CASTELLÓN. El Ayuntamiento de Almassora comprará desfibriladores y equipos contra atragantamientos para los dos institutos, los seis colegios públicos y la escuela infantil San José. El pleno del próximo mes de marzo incorporará una modificación de créditos que reservará cerca de 16.000 euros de fondos propios para la adquisición de estas unidades y los cursos de formación pertinentes que tienen como principal objetivo garantizar la seguridad de los usuarios de los centros educativos, según ha informado el consistorio mediante un comunicado.
La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, y los concejales de Hacienda y Educación, Santiago Agustí y María José Tormo, respectivamente, han presentado los equipos que distribuirán en estos edificios, siguiendo la línea de los adquiridos para otras instalaciones municipales, como los recintos deportivos. “Queremos que Almassora sea una ciudad cardioprotegida pero también entendemos que, por la edad de los potenciales usuarios, los equipos para prevenir la asfixia pueden ser igual o más necesarios incluso que los desfibriladores, de manera que compraremos ambos”, según ha avanzado.
Las unidades tienen como objetivo reanimar a las víctimas de asfixia por atragantamiento cuando todo el protocolo estándar ha fallado. Contiene una mascarilla que se inserta a presión en el mango. La mascarilla tiene que cubrir la nariz y la boca para comprimir el aire y facilitar la expulsión de los restos de la boca.
Los equipos incorporan una guía con recomendaciones para evitar atragantamientos, como cortar todos los alimentos en pedazos pequeño, en forma longitudinal y transversal, o prohibir a los niños que coman mientras corren, juegan o van en coche. El estrecho diámetro de sus vías aéreas y el hecho de que no tengan completamente desarrollada la acción de tragar favorecen la asfixia.
Almassora se convirtió en municipio pionero en la provincia en la prevención de atragantamientos con la adquisición de tres unidades específicas de primeros auxilios en 2017 para que la Policía Local pudiera utilizarlas en caso de emergencia, además de incorporar desfibriladores al Ayuntamiento y la Policía Local.
En el caso de estos equipos, han explicado, se trata de tecnología de última generación que no obliga al usuario a tener una formación específica. Los aparatos inteligentes no emiten descargas, una vez conectados los parches, si el paciente no requiere de esta intervención. En caso contrario, el aparato emite las instrucciones oportunas para guiar a la persona que se está haciendo cargo de la emergencia. No obstante, el paquete de unidades que comprará el Ayuntamiento incluye cursos de formación presenciales para las personas responsables de su uso.