VALÈNCIA. Ana Peleteiro, con su bronce en triple salto, y la valenciana Fátima Diame, también en el tercer cajón de longitud, fueron la nota más positiva de la selección española en los Mundiales de pista cubierta de Glasgow (Escocia), marcados por los infortunios de la grave lesión de María Vicente, favorita al oro en pentatlón, y la descalificación por salida nula en semifinales de 60 vallas de Asier Martínez.
Los saltos de Ana Peleteiro y Fátima Diame salvaron a España, en la última jornada, de irse de vacío de la ciudad escocesa, a la que la delegación nacional llegó convencida de poder hacer un buen papel en un año cargado de grandes citas con los Europeos de Roma y los Juegos Olímpicos de París también en el horizonte.
Peleteiro, que volvía a una gran competición internacional dos años después, protagonizó un salto de 14.75 metros catorce meses después de ser madre. Esa marca la valió para ser tercera de la final de triple salto, en la que se proclamó campeona la atleta de Dominica Thea Lafond y fue subcampeona la joven cubana Leyanis Pérez Hernández. Esos 14.75 fueron su mejor salto desde la final olímpica de Tokio, en la que ganó el bronce con 14.87, y su segundo mejor registro personal.
La gran sorpresa del campeonato la protagonizó Diame, que, con un mejor salto de 6.78 en el quinto intento, logró su primera medalla individual absoluta en el Emirates Arena de la ciudad escocesa, tras un concurso en el que fue de menos a más y acabó en el podio.
El que estuvo cerca de subir también a recoger un bronce fue Quique Llopis, que quedó cuarto en la final de 60 vallas liderada por el estadounidense Grant Holloway, que repitió el triunfo de hace dos años. El valenciano no pudo estar acompañado en la final porque Asier Martínez, por salida nula, fue descalificado en semifinales. El equipo español reclamó alegando que hubo movimientos en los pies de un atleta de la calle contigua, pero el recurso fue desestimado.
Ese infortunio de Asier Martínez se une al de la combinera María Vicente, que llegó a Glasgow como líder destacado del año y, con todo a favor, y tras ganar la primera de las cinco pruebas del pentatlón, en la segunda, el salto de altura, se rompió el tendón de Aquiles de la pierna izquierda y dijo adiós al Mundial y a los Juegos Olímpicos de París.
El mediofondo español, que últimamente ha dado grandes alegrías a España con Mohamed Katir, Adrián Ben o Mariano García, se quedó sin ningún representante en el podio.
El que más cerca estuvo de colgarse una medalla fue el propio Mariano García, que defendía la corona mundial de 800 lograda en Belgrado 2022. El murciano, tras ganar su serie de la primera ronda y las semifinales, llegó como una 'moto' a la final, en la que recibió golpes por todos lados y acabó quinto sin ninguna opción de victoria, igual que le ocurrió en los 1.500 a otros dos valores solventes, Mario García Romo y el siempre competitivo Adel Mechaal, que fue sexto, mismo puesto que logró el día anterior en los 3.000.
En 800 también estuvo el cántabro Mohamed Attaoui, que demostró mucha personalidad en la primera ronda pero en la segunda, en semifinales, acabó desfondado y último sin opciones tras pecar de inexperiencia en las grandes lides.
Entre las mujeres, de las cuatro mediofondistas, la única que llegó a la final fue la barcelonesa Esther Guerrero, que se coló entre las doce mejores del 1.500 y lo disfrutó como un premio a su trabajo y su empeño durante muchos años. Su compañera de fatigas en la distancia, la soriana Marta Pérez, no pudo entrar en la final poniendo fin a una temporada de invierno en la que ha ido de más, batiendo el récord de la milla nacional, a menos.
En 800, la salmantina Lorena Martín cayó en primera ronda y la madrileña Lorea Ibarzabal en semifinales.
Los 3.000 metros femeninos fueron una de las carreras con sorpresa, ya que la estadounidense Elle St. Pierre, 364 días después de dar a luz y convertirse en madre, ganó a la gran favorita, la etíope Gudaf Tsegay. En esa carrera hubo dos españolas, la palentina Marta García, que este invierno batió las plusmarcas nacionales de 2.000, 3.000 y 5.000 y que en Glasgow quedó décima, y la segoviana Águeda Marqués, decimocuarta.
En las pruebas de velocidad los españoles rindieron a un gran nivel ya que el sueño mundialista de los tres representantes, Sergio López, Jäel Bestué y Maribel Pérez en 60 lisos acabó en semifinales, codeándose con los más rápidos del mundo.
Lo mismo le ocurrió a la barcelonesa Xenia Benach, que, en los 60 vallas, y haciendo frente en las mismas series a la favorita, la bahameña Devynne Charlton, que sería campeona con récord mundial, llegó hasta las semifinales con una actuación muy relevante.
Hasta semifinales no pudo llegar La burgalesa Eva Santidrián, que quedó eliminada en primera ronda de los 400 metros.
"La valoración es buena por las dos medallas y los puestos de finalistas en el global. Lo mejor de todo es que podían ser bastantes más pero algunos como Mariano García no tuvieron su día y todo el mundo tiene derecho a eso, María Vicente tuvo el infortunio de la lesión y a Asier Martínez no le dejaron. Tenemos lo que tenemos y cada vez tenemos más. Sabemos algunas pruebas en las que estamos débiles y trabajamos para ello pero el inicio de 2024 ha sido ilusionante y pinta bien, tanto para Roma como París", dijo el seleccionador José Peiró, como resumen de la actuación española en Glasgow.
Las perspectivas para España son buenas de cara al verano con los Europeos de Roma y los Juegos Olímpicos de París. El equipo ha demostrado ser competitivo y pelear por todo en muchas disciplinas y en los siguientes campeonatos se incorporarán los marchadores, un valor seguro, y atletas como Jordan Díaz, que debutará con la selección con serias opciones de medalla en triple salto.
A ellos esperan unirse los relevos, que tendrán su particular clasificación olímpica en los Mundiales de Bahamas de mayo.