CASTELLÓ. "Engañados". Este es el termino que, para la Asociación provincial de hosteleros, Ashocas, define cómo se siente el sector tras el reciente anuncio del president de la Generalitat, Ximo Puig, de decretar el cierre total de los establecimientos hosteleros hasta el próximo 3 de febrero. La entidad castellonense denuncia que, nuevamente, la Generalitat Valenciana "vuelve a apuntar" al sector, "pero esta vez con disparo incluido".
"El anuncio de las ayudas del lunes fue la crónica de una muerte anunciada, acaban de cargarse al sector", señalan desde Ashocas, que ya se mostró escéptica al plan Resiste. En este sentido, desde la organización señalan que la iniciativa "no ha sido más que poner la venda antes de la herida, nos han engañado igual que hizo el Gobierno de España. Es una auténtica tomadura de pelo".
El presidente de la asociación de la hostelería castellonense, Álvaro Amores, reclama a partir de ahora que, si la hostelería tiene cero ingresos, "debe tener cero impuestos". El sector, recuerda, "representa el 17% del PIB en este país y nos vamos a morir de hambre": "La Generalitat ha puesto la puntilla al sector después de tenernos diez meses agonizando. Ahora decretan un cierre con un plan trasnochado de medidas insuficientes de las que aún no hemos podido conocer la letra pequeña y que con un cierre como el decretado no sirve absolutamente de nada".
Desde Ashocas, que ha previsto una caravana de protesta para este jueves a las 18.00 horas y que cuenta con más de 500 vehículos inscritos, aseguran que van a elevar el tono de la protesta: "Ya no tenemos mucho más que perder, llegaremos donde haga falta, hay gente que ya no tiene nada, está a punto de perder su vivienda, apenas tiene para comer y está dispuesta a lo que sea; por lo tanto mantendremos la protesta cada semana, y si es necesario acamparemos hasta que se tomen enserio nuestras reivindicaciones... ya no aguantamos más".