VALÈNCIA. Acabó el mes de junio, comenzó julio y arrancó la pretemporada. Y lo hizo sin novedades en la plantilla, no ya en las entradas sino que tampoco lo hizo en las salidas que son las que han de propiciar los fichajes.
Los llamados a abrir las puertas de las incorporaciones son fundamentalmente los tres futbolistas por los que el club puede ingresar más dinero pese a ser las banderas y jugadores criados en la casa, en el caso de Soler y de Gayà, o pese a perder el futbolista más desequilibrante como en el caso del portugués Gonçalo Guedes.
Pese a que el club aseguró por boca de Corona en el café de trabajo con Sean Bai que no daban por perdidos ni a Soler, ni a Gayà, la realidad de las dos situaciones de dos de los capitanes que entran en el último año de contrato es diferente al planteamiento expuesto por el director de fútbol.
Entre otras cosas porque los problemas económicos del fútbol español obligan a los clubes a mirar como opciones prioritarias para un traspaso a los jugadores surgidos de su propia cantera dado que la cantidad que se ingrese es beneficio neto para los equipos vendedores al no tener que afrontar amortización de compra alguna. Es por ello que aunque el Valencia es sabedor del golpe anímico que supondría la salida de Soler y de Gayà (recordemos a Sean Bai en la rueda de presentación de Gattuso: " A veces tenemos que tomar decisiones poco populares a medio y largo plazo. Queremos que el Valencia se sienta identificado en sus aficionados, ese ADN Valencia es una forma de vida"), económicamente no se miraría con malos ojos la salida de los dos canteranos.
En cualquier caso, ambos casos son diametralmente opuestos. Mientras Carlos Soler tiene claro que la salida es la mejor solución para todas las partes, es cierto que ha decidido tomarse su tiempo para escoger con calma su destino. Tal y como informó el pasado martes el programa SER Deportivos Valencia CF, no hay conversaciones entre los representantes de Soler y el club de Mestalla desde septiembre.
El caso de Gayà es bien distinto. Si bien hace unas semanas todo parecía encaminado a una salida del capitán, poco a poco no se descarta la idea de -como mínimo- comenzar la temporada en el club de Mestalla. El Mundial está a la vuelta de la esquina y al lateral de Pedreguer no le seduce en exceso la idea de irse a jugar fuera de España. Al no tener tampoco un excesivo número de equipos que pudieran ocuparse de un traspaso de esa envergadura en España, el listado de posibles destinos se reduce de manera considerable.
Y luego está Guedes. En principio todo está dispuesto para que el portugués sea la gran venta del verano. Sin embargo, de ese total hay que descontar lo que queda por amortizar del fichaje realizado en su día del PSG (13´6 millones de euros aproximadamente) y el porcentaje de una posible venta para el conjunto francés. Pese a que todos los focos se centran en la salida del portugués como segura, lo bien cierto es que los traspasos de Soler y de Gayà le reportarían al club mucho más beneficio que la venta del portugués. Por otro lado, y a nivel deportivo, Gattuso tampoco vería con malos ojos que fuera el portugués quien se quedara (en su rueda de prensa habló de la importancia del luso: "Si ves el porcentaje de goles que han marcado Soler y Guedes esta temporada te das cuenta de que son importantes"). Además, no es la primera vez que el portugués comenta en el vestuario que está a gusto en el club y que por tanto -de no completarse su traspaso- no supondría para él un grave contratiempo continuar luciendo el dorsal 7 vestido de blanquinegro. El traspaso del portugués siempre ha aparecido en primera línea como la primera posibilidad de ingresos, pero en el fútbol y en la vida todo es posible y en ocasiones Dios escribe recto con renglones torcidos.