CASTELLÓ. La campaña citrícola 2023/2024 se aproxima a su tramo final con unos precios ruinosos en el campo -tras desplomarse hasta un 40% desde enero- y prácticas comerciales de dudosa legalidad a lo largo de la cadena de valor, señala la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja).
En este sentido, la organización agraria señala que ha interpuesto este martes una nueva denuncia ante la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) para que este órgano dependiente del Ministerio de Agricultura investigue si la cadena de distribución Aldi comete una presunta venta a pérdidas o destrucción de la cadena alimentaria en su venta de naranjas.
En concreto, la cadena alemana usa la naranja española como principal producto reclamo, al dedicar toda la portada de su folleto a un descuento del 24% que sitúa el precio de la naranja, variedades lane late y salustiana, a 0,89 euros por kilo. La asociación que preside Cristóbal Aguado advierte de que “esta rebaja tan agresiva puede incurrir en una venta a pérdidas, porque esa cantidad no cubre todos los costes de producción que hay en el campo, en los operadores comerciales y en la distribución, es decir, del árbol al supermercado. En otras palabras, con este precio tan bajo hay algún eslabón de la cadena que pierde dinero y, teniendo en cuenta los precios oficiales, ese eslabón es el productor de la materia prima de la que viven, y muy bien, todos los demás agentes”.
Según la Lonja de Cítricos de Valencia, los agricultores perciben un precio medio de 0,25 €/kg por la variedad navel lane late, por debajo de los costes de producción, que se han disparado en los últimos años. Por su parte, los datos que el propio Ministerio de Agricultura facilita a la Comisión Europea constatan que los precios a la puerta de almacén ascienden a 0,95 €/kg en España, más del precio que acaba de fijar ALDI en sus supermercados.
AVA-Asaja también destaca que el folleto promocional, vigente desde este mismo martes, insiste en resaltar el origen nacional de las frutas y verduras que ofrece en sus lineales a precios rebajados pero, sin embargo, en el caso de las cebollas pone en letras pequeñas que su país de origen es Perú, a casi 10.000 kilómetros de distancia, a pesar de que nos encontramos en plena campaña valenciana de cebollas y muchos agricultores están teniendo problemas de comercialización por falta de demanda.
La organización agraria ya había denunciado ante la AICA a Aldi este mismo año por vender naranjas salustianas a 0,95 €/kg y arroz redondo a 1,09 €/kg, unas cotizaciones en destino que también pueden significar una venta a pérdidas. Por el momento, la AICA no ha comunicado ninguna sanción por estas prácticas y por ello la asociación pide celeridad y una pronta respuesta ante las denuncias.
AVA-Asaja solicita a las administraciones que impulsen una campaña de inspecciones de oficio a los principales operadores comerciales y cadenas de distribución “para descartar prácticas anticompetitivas y abusos comerciales que siempre tienen como víctima a los productores”. Asimismo, insta a la AICA a que investigue, y en su caso sancione, cualquier contrato de compraventa cuyo precio esté por debajo de los costes medios de producción.