milongas / OPINIÓN

Aviones de papel en el recreo

3/07/2021 - 

A veces y pese al esfuerzo de abstracción que obliga a no mezclar las vivencias personales con las profesionales, uno acaba por bajar los brazos ante lo que no alcanza a entender y lanza esos aviones de papel que, como en el famoso filme francés Les Choristes, sirven de homenaje al buen profesor despedido ante la arbitrariedad de sus jefes y la enorme admiración hecha cariño de sus alumnos.

Hoy pregunto con un how are you, mister? por aquellas decenas de miles de maestros que se van de vacaciones forzosas un verano más en un país donde solo la picaresca sabe eludir la alta temporalidad. Unos volverán en septiembre. Otros no. Pero un buen maestro no sabe de interinidades porque lo es a tiempo completo. En este julio de relax para muchos, hay profesores que irán a la oficina, pero será a la del paro, con la sana confianza de volver en un septiembre marcado por la incertidumbre.

Fotograma del filme 'Les Choristes', de Christophe Barratier.

Quizá es hora de llenar el aire de aviones de papel con mensajes de apoyo a un profesorado sobreexpuesto al estío, a ese tiempo en stand by donde priman los balances en una escuela desconcertada que requiere de un pacto global donde, por una vez, prime el interés académico y personal del alumnado. Porque ellos son, en definitiva, nuestra mayor apuesta de futuro. Me dejo llevar por la imagen de ese profesor que, maleta en mano, recoge los mensajes escritos de unos pupilos que esconden su rostro, pero que asoman su mano para decir adiós al maestro, a su capitán en las vivencias compartidas y los huertos claros.

Son los aviones de papel los que esconden en sus mensajes el verdadero deseo de los niños y niñas; y son los grandes maestros quienes saben leerlos y desenmarañar las dobleces del sistema. Desprenderse de ellos es, cuanto menos, una torpeza y merece, cuanto más, un suspenso.

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