La UJI dobla su apuesta por el talento investigador de Ucrania con ayudas de hasta 40.000 euros

CASTELLÓ. Tras la incorporación de cuatro investigadoras ucranianas a los grupos de trabajo, la Universitat Jaume i continúa apostando por el talento investigador de Ucrania para ayudar a los profesionales de este país que se vieron en la obligación de huir ante el estallido de la guerra y cuyo conflicto continúa casi un año después. 

Es por esta razón que la universidad castellonense ha programado una serie de ayudas, dotadas de un total de 40.000 euros, destinadas a investigadores e investigadoras ucranianos expatriados que mantengan todavía una vinculación activa con la universidad ucraniana. De esta manera, la UJI busca contribuir a su integración en el tejido académico castellonense y, a su vez, facilitar el desarrollo de propuestas de carácter científico e investigador.

En concreto, esta subvención está fraccionada en cuatro ayudas de carácter individual dotadas de 10.000 euros por un período de seis meses y las personas beneficiarias se integrarán en uno de los grupos de investigación de la Universitat Jaume I. Además, tendrán un régimen de dedicación al grupo de veinticinco horas semanales, o el tiempo que requiera la investigación a la que se sumen. 

Requisitos para las ayudas

Para optar a estas ayudas, los investigadores de origen ucraniano deben cumplir una serie de requisitos, entre ellos ser personal investigador universitario de nacionalidad ucraniana y haber residido habitualmente en el país hasta febrero de 2022. Asimismo, las personas beneficiarias deben haberse visto obligadas a expatriarse de Ucrania a consecuencia de la guerra y haber realizado una actividad docente o investigadora en el ámbito universitario del país del este.

Otro de los requisitos para la subvención es acreditar su conocimiento de las lenguas castellano, valenciano o inglés y poseer el permiso de residencia temporal en España o en cualquier país de la Unión Europea. Asimismo, deben tener el estatuto de persona refugiada o estar en trámite de obtenerlo. Por último, para poder acceder a la ayuda, es necesario que presenten un proyecto de investigación relacionado con alguna línea presente en el registro de los grupos de investigación de la Universitat Jaume I.

De esta manera, la UJI se encuentra inmersa en el proceso de selección para adjudicar estas ayudas, cuyo plazo de solicitud finalizó el pasado mes de diciembre. Tal y como apuntan fuentes de la universidad "la adjudicación de las subvenciones se realizará conforme al procedimiento de concurrencia competitiva y la comisión de evaluación elaborará un listado con un orden de prelación de mayor a menor puntuación una vez aplicados los criterios de valoración". 

Así pues, el comité encargado de evaluar las solicitudes puntuará de 0 a 10 atendiendo a los siguientes criterios: tener una investigación relacionada con los ámbitos de investigación de la UJI (3 puntos); mantener un vínculo activo con una universidad del país de procedencia (3 puntos); tener actividad investigadora en el momento de solicitar la ayuda (2 puntos) y, por último, colaborar con grupos de investigación de otros países (2 puntos).

La generación de conocimiento, en cifras

Cabe recordar que la Universitat Jaume I cuenta con un total de 184 grupos de investigación y más de 10.670 publicaciones de 306 grupos de investigación. De hecho, supone aproximadamente el 10,2% del personal docente e investigador a tiempo completo del Sistema Universitario Valenciano y aporta el 11,07% de las publicaciones.

Estos grupos de investigación, además, impulsan el tejido empresarial local, sobre todo en el ámbito de la cerámica -principal activo económico de la provincia-, ya que ofrecen una amplia cartera de servicios tecnológicos a las empresas del entorno y suponen una fuente de transferencia de conocimiento hacia el sector cerámico a través del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC).

De esta manera, el gran volumen de actividad investigadora ha permitido a la universidad castellonense aparecer en una posición destacada en rankings internacionales, a pesar de que estos rankings utilizan criterios de volumen y de reputación y, por tanto, penalizan a las universidades jóvenes y pequeñas.