CASTELLÓ. El reggae más que un género musical se ha convertido en una filosofía de vida, un movimiento que clama por el planeta y que abraza la interculturalidad. Lejos de quedarse en un mero festival, el Rototom Sunsplash trasmite la ética (y la estética) rasta a través de multitud actividades lúdicas e informativas a lo largo de la semana que dura el evento, en la que los asistentes participan de manera masiva.
Las tardes en el recinto transcurren de manera tranquila, mientras los asistentes esperan el anochecer, y con ello, el comienzo de los conciertos. Algunos, lo hacen pacientemente tumbados en las hamacas de la zona relax, mientras otros buscan vivir intensamente la experiencia Rototom y se animan a participar en la gran oferta cultural que ofrecen los diferentes espacios del recinto musical. Uno de los espacios preferidos es African Village, donde se puede participar en debates sobre los representantes afroamericanos en la política, como reivindicación de la visibilidad de la comunidad africana. Pero la magia llega de la mano de African Dancers Crew y sus energéticas coreografías, que hacen que los participantes no solo se empapen de la cultura del continente, sino en música, ritmo... y sudor.
La tranquilidad y la relajación tienen su espacio en Pachamama, donde se centran en la estabilidad corporal y en dar rienda suelta a tus movimientos. Desde la apertura del recinto a las dos de la tarde se puede disfrutar de una clase de yoga y meditación al aire libre en la que despejar la mente. Los cantos, la danza y la expresión corporal también toman importancia en este universo de paz. Como muestra, la activista indígena brasileña Sonia Guajajara ha organizado este lunes una ceremonia en la que los rototomers han podido disfrutar de cuentos y cantos de los pueblos originarios.
Sin olvidarse de los más pequeños, el Rototom ha creado Magico Mundo, donde los niños tienen un espacio propio en el que disfrutar y formar parte del festival. El cantante Aaron Nigel Smith ha sido el encargado de adaptar la música reggae especialmente para ellos. Además, los protagonistas de este lugar, los peques de la casa, pueden disfrutar de talleres artesanales, que abordan, por ejemplo, la reutilización de tapones de corcho para crear formas animales, un recuerdo que pueden además llevarse a casa.
El desarrollo de los más jóvenes es una de las preocupaciones del festival, y para ello la organización ha creado charlas en las que los niños son plenamente partícipes. El objetivo es fomentar el desarrollo psicomotor, emocional e intelectual de los niños, una actividad que se puede realizar en grupo o de manera individual y con la que se busca fomentar hábitos saludables, la creatividad y la lectoescritura.
El compromiso social y medioambiental es una de las marcas de este festival, por ello, en Foro Social se organizan charlas y coloquios en los que aprender y discutir sobre temas como el cambio climático, el feminismo o la solidaridad. Este espacio es el escenario donde se proyectan documentales relacionados con los temas que más tarde se discutirán en las mesas redondas.
El acontecimiento más esperado de la semana en el Foro Social es el debate que conducirá una de las figuras más destacadas en el liderazgo medioambiental, Sonia Guajajara. La activista brasileña hablará sobre Tierra y Dignidad. La que fuera candidata a la vicepresidencia de Brasil (fue la primera mujer indígena en optar al cargo) hablará sobre la lucha por la salvación de la selva amazónica contra la explotación masiva y la deforestación, algo por lo que lucha en medio del crispado clima político en Brasil y de las recientes políticas ambientales de su presidente, Jair Bolsonaro, que ha renunciado a acoger la Cumbre por el Clima este 2019.
Política, medio ambiente, terapias alternativas, desarrollo personal y, por supuesto, música, sirven de esta manera cada día de previa a los conciertos, el auténtico plato fuerte del Rototom Sunsplash, pero no el único.
