VALÈNCIA. El ministro de Transporte, José Luis Ábalos, sigue atravesando momentos difíciles por el ya conocido 'caso Delcy'. El dirigente valenciano ha visto esta semana como el juzgado de instrucción número 7 de Madrid ha requerido a Aena las grabaciones con las imágenes del aeropuerto de Madrid-Barajas tras la reunión que mantuvieron el pasado 20 de enero el dirigente valenciano y la vicepresidenta de Venezuela.
De esta manera, el juzgado atendió la medida cautelar urgente planteada por el PP y exhortó al gestor aeroportuario a facilitar las imágenes del circuito cerrado de vigilancia de las dependencias del aeropuerto para comprobar los posibles delitos en los que podría haber incurrido Ábalos, según indicaron fuentes populares.
A ello hay que unir las últimas informaciones publicadas por El Mundo donde se asegura que el Ministerio del Interior avisó al aeropuerto de la llegada de la 'número dos' de Maduro un día antes, lo que choca con anterior versiones ofrecidas por el Gobierno.
Unas circunstancias que han contribuido a complicar la situación del ministro y secretario de Organización del PSOE. No obstante, días atrás, fuentes oficiales del partido transmitieron que uno de los elegidos para compatibilizar el escaño en el Congreso y su cargo en el Gobierno será, precisamente, José Luis Ábalos. Una decisión que le integra en un selecto grupo al que pertenecen el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y la titular de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero. Los otros ocho ministros socialistas que también son diputados fueron invitados a dejar su acta en el Parlamento.
Un privilegio que, para algunos de los afines a Ábalos, ha vuelto a evidenciar la estrecha confianza de Sánchez en el político valenciano, dado que es un gesto que sólo ha tenido con los dirigentes de su círculo más próximo. Ahora bien, no han faltado los que han interpretado esta circunstancia de manera contraria y, de hecho, recuerdan que en 2018 Sánchez obligó a los tres ministros que tenían escaño entonces -Ábalos incluido- a dejar el acta.
Sobre esto, estas fuentes consideran que permitir al dirigente valenciano continuar como diputado puede deberse a que tenga una salida si se torciera el 'caso Delcy'. Es decir, si la situación del ministro se complicara aún más y tuviera que dejar su puesto en el Gobierno de España, podría mantenerse como parlamentario -seguiría siendo aforado- y secretario de Organización del PSOE. Unas reflexiones estas que proceden de dirigentes del PSPV que opinan que el ministro valenciano está sufriendo 'fuego amigo' desde dentro del Gobierno de España encaminado a sacarle del entorno de confianza de Sánchez.
Las complicaciones del 'caso Delcy' no solo causan inquietud en el propio ministro. La potente 'familia' política que Ábalos conserva en la Comunitat y, especialmente, en la provincia de Valencia también mira con preocupación los últimos acontecimientos.
En este sentido, cabe recordar que el 'abalismo' se ha situado como la corriente principal al margen de la que encabeza el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig. De hecho, ya han comenzado los movimientos estratégicos de cara al futuro congreso del PSPV -que tendrá lugar posiblemente en 2021- donde no se descarta incluso discutir el liderazgo del secretario general de los socialistas valencianos. Ahora bien, un debilitamiento de la actual posición de Ábalos puede conllevar también una pérdida de fuelle a la poderosa corriente del ministro que tiene como referente en la provincia de Valencia a la responsable provincial, Mercedes Caballero.