el ministro y el conseller marcan distancia

Barrera y Urtasun, frente a frente en el ‘ruedo’ cultural

5/05/2024 - 

VALÈNCIA. Barrera Vs. Urtasun. Round 2. Que la relación entre el vicepresidente primero y conseller de Cultura y Deporte, Vicente Barrera, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, no es la más fluida no es ninguna novedad, pero la evidente tensión entre el gobierno central y autonómico se ha convertido en la tónica habitual entre dos administraciones condenadas a entenderse, aunque no lo parezca. El conflicto más reciente, aunque no el único, la decisión del Ministerio de Cultura de suprimir el Premio Nacional de Tauromaquia, creado en 2013 y dotado con 30.000 euros, ante el aumento de la “preocupación” por el bienestar animal, tal y como han explicado desde el departamento de Urtasun.

“Lo que hemos hecho es eliminar un premio relacionado con la tortura animal y que, insisto, iba asociado a una inversión con dinero público. Cuestiones que están relacionadas con la tortura animal no serán premiadas por parte de los premios nacionales. Esta decisión que yo he tomado es coherente con la ley de bienestar animal y con un sentir cada vez más mayoritario de españoles" explicó este viernes el ministro en declaraciones a La Sexta. La decisión del de Sumar se ha encontrado de cara, cómo no, con las distintas entidades animalistas, que han aplaudido la supresión del galardón, y con las críticas de los gobiernos de Partido Popular y Vox, que han amagado con crear su propio Premio Nacional de Tauromaquia como respuesta.

Con Barrera convertido en una de las principales voces de Vox a nivel nacional y, obviamente, como extorero, las reacciones desde el Palau dels Catalá de Valeriola, sede de la Conselleria, no se han hecho esperar. “Este es un símbolo de ataque la libertad de expresión, cuando el papel del Estado debería de ser el de la promoción y protección de la diversidad cultural que caracteriza a nuestro país”, declaraba Barrera el viernes, poco después de conocerse la noticia. "Parece que le cuesta digerir la pluralidad y la libertad cultural", insistía un día después, este mismo sábado, acusando al ministro de ser, "como buen comunista", "amigo del sectarismo cultural".

En similares términos se ha expresado el president de la Generalitat, Carlos Mazón, quien ha declarado que la medida va “contra la cultura y la tradición”. De igual forma, el vicepresidente ha mostrado su “ofrecimiento” a la Junta de Extremadura para organizar un Premio Nacional de Tauromaquia paralelo, una medida que también han apoyado desde Castilla-La Mancha o la Comunidad de Madrid. "Mientras dure la censura, vamos a sustituir ese premio por uno que daremos conjuntamente con el resto de comunidades".

Este es el enésimo encontronazo entre Urtasun y Barrera, un choque a distancia, eso sí, pues todavía no se han reunido. Sí se encontraron en febrero en la Conferencia Sectorial de Cultura, celebrada en Asturias, aunque todavía está pendiente una primera cita a dos bandas en la que, quién sabe, limar asperezas. Por lo pronto, este escenario no parece cercano, pues recientemente el ministro visitó València, un viaje en el que no hubo cita con el conseller y en el que, de hecho, se marcaron más distancias entre unos y otros. El motivo: el Any Estellés.

La Generalitat Valenciana es el único organismo que no se ha sumado a la celebración del centenario del gran poeta valenciano, una decisión leída en clave política, porque Estellés es uno de los símbolo del progresismo valencianista. El Ministerio de Cultura vino a compensar esa falta de apoyo institucional, prestando a la colaboración estrecha a la misma familia de Estellés y presentando una batería de actividades en las que el gobierno central daría su apoyo, dentro del paraguas Cent d'Estellés.

La visita a València, sin cita con ningún dirigente de la Conselleria de Cultura, llamó la atención de los medios de comunicación. Pero Urtasun se limitó a justificar que estaba ahí, en el OctubreCCC, para presentar el compromiso de su ministerio con el centenario de Estellés: "La importancia de Vicent Andrés Estellés en nuestra literatura es clara. Yo estoy aquí y lo tengo claro; quien no lo tenga, tendrá que ser el que dé explicaciones".

“València es una prioridad para este ministerio y lo seguirá siendo. Somos conscientes de las necesidades y seguiremos trabajando en ellas”, dijo Urtasun, cuando la prensa recordó que, más allá de las diferencias políticas, al Gobierno de España se le requiere implicación en proyectos culturales valencianos. Uno de los más urgentes es el de la mejora y puesta en valor del patrimonio histórico de Sagunto. La Conselleria creó una comisión mixta con el Ayuntamiento (liderado por Darío Moreno, del Partido Socialista), y solicitó la colaboración activa del Ministerio de Cultura. Aún no ha trascendido si ha habido respuesta o avance alguno. Además, con los presupuestos de 2023 prorrogados, se enquistan cuestiones como el proyecto museográfico del Museu de Belles Arts y mejoras en la financiación de los grandes contenedores culturales dependientes de la Generalitat, como son el Palau de Les Arts o el IVAM.

Una relación en clave de "guerra cultural"

Si bien nadie podría esperar que los de Vox y Sumar compartieran programa, lo cierto es que el choque frontal entre Urtasun y Barrera se ha convertido en la tónica habitual. No es extraño, de hecho, que el vicepresidente valenciano convoque a los medios a la sede de la Conselleria para valorar algunas de las medidas tomadas desde Madrid. Ya desde la primera intervención del ministro en la Comisión de Cultura en el Congreso, el pasado mes de enero, la distancia parecía insalvable. Entonces Urtasun puso sobre la mesa la creación de la Dirección General de Derechos Culturales así como la necesidad de un proceso de revisión de las colecciones de Museos Estatales que "permitan superar un marco colonial o anclado en inercias de género o etnocéntricas”, un asunto que no es nuevo en gran parte de los museos europeos, aunque le valió las críticas y acusaciones de “hispanófobo” de Vox y PP.

Fue el propio Barrera quien, como respuesta, realizó una convocatoria a medios extraordinaria para valorar unas medidas que, ciertamente, en poco o nada afectan a los centros valencianos, pues en su mayoría son de gestión autonómica o local, con la única excepción del museo de cerámica González Martí. “Nosotros vamos a ser dique de contención contra esta política cultural 'woke', de falta de libertad y pluralidad, que parece que quiere imponer el nuevo ministro”, declaró entonces. El mensaje no es nuevo y, de hecho, se ha convertido en uno de los titulares más repetidos por el de Vox, que desde València se ha querido erigir como contrapunto de la política cultural desarrollada por el Ministerio de Cultura.

En este sentido, hace apenas unas semanas, la Fundación Disenso, el think tank de Vox, presentó su Instituto de Cultura a nivel nacional en València. Una iniciativa que busca, en palabra de sus impulsores, librar una "batalla cultural dura y sin guantes" porque "en España la cultura nacional y las industrias culturales han sufrido un asedio sistemático" por parte de la izquierda. Vicente Barrera apadrinó el acto e hizo suya la radiografía hecha por Disenso, a cuyas preocupaciones añadió: "Tenemos la obligación moral de defender la cultura grecorromana y los principios occidentales"; también hizo un llamamiento para "recuperar, no solo España, sino también Occidente, frente a las culturas extrañas". Y se lamentó preguntando: "¿Por qué estamos en esta situación dramática, donde tenemos que defender nuestra nación y nuestros símbolos, que deberían ser algo consustancial del español?". La tauromaquia seguramente sea uno de esos símbolos que Barrera da por supuesto y que Urtasun cuestiona; cada uno desde un centro de poder diferente.

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