CASTELLÓ. Las compañías castellonenses Becsa y Gimecons, integradas en sendas UTE, pugnan por el contrato para adecuar el aliviadero del embalse de Arenós, el mayor proyecto en un pantano castellonense en muchos años. Junto a ellas -que concurren con FCC en el caso de la filial de Simetría; y con OHL en la del Grupo Gimeno- compiten por el contrato, valorado en casi diez millones de euros (IVA excluido) otras siete propuestas.
Entre ellas está la firma valenciana Rover, y también Acciona, Dragados y Vías y Construcciones, que concurren de forma individual. Asimismo, han presentado propuesta, y han sido todas aceptadas por la mesa de contratación, las Uniones Temporales de Empresas formadas por Lantania-Alpi; Marco-Arsch y Vialterra-Martín Casillas, además de las dos en que se integran las sociedades castellonenses.
Lo curioso es que en todas las UTE la participación de las empresas es al 50%, excepto en las dos formadas por las firmas castellonenses, cuyo peso son del 35%, en el caso de Becsa; y del 30% en el de Gimecons.
No extraña la afluencia de licitadores, ya que el contrato de Arenós es el primero de calado en el embalse de mayor capacidad del territorio castellonense, que desde que fue inaugurado en los años 80 ha presentado numerosos problemas. Con la reforma del aliviadero se pretende aumentar la cota de llenado, con lo que el pantano podría rozar, de forma habitual, los 100 hectómetros cúbicos de agua almacenada, algo impensable hace solo unos años cuando las laderas presentaban serios problemas de estabilidad.
De hecho, en su día Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) redactó un proyecto que preveía llevar el embalse a su capacidad total (137 Hm3), e incluso el documento fue aprobado por la Dirección General del Agua el 13 de enero de 2014. Pero finalmente la elevada inversión, de unos 50 millones de euros, ha provocado que el Gobierno despiece el macroproyecto para ir avanzando por fases.