Diagnóstico por imagen, empleo de la inteligencia artificial o el big data, medicina personalizada de precisión o telemedicina, son algunos de los aspectos o áreas de desarrollo de la biotecnología en búsqueda de un fin común: la mejora de la calidad de vida de los usuarios.
Se trata de cuestiones comunes para los ingenieros industriales, como los procesos de mejora continua y la investigación, desarrollo e innovación para el avance de la técnica. La biotecnología supone un sector de alto valor añadido con una aportación en actividades de I+D interna que ha ido aumentando año tras año hasta alcanzar un mercado con un gasto interno de más de 2.059 millones de euros en 2020, con una cifra que supuso un 13.1% del gasto total en actividades de I+D interna, según los últimos datos publicados por el INE.
El sector emplea a más de 30.000 personas, de las que más del 57% son mujeres. Agrupa a casi 20.000 investigadores, de las que son mujeres más del 54%, en un sector de alto rendimiento e impacto.
Es ahí, con un sector en pleno crecimiento, con igualdad de género y con un impacto en 11 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, donde los ingenieros industriales, con nuestra formación inter y multidisciplinar, tenemos muchos retos que afrontar para obtener el diseño de procesos y equipos que permitan, a los investigadores, poder desarrollar esos proyectos que redunden en beneficio de los ciudadanos.
Y ya no sólo por eso, pues si observamos el Índice Mundial de Innovación, conforme a criterios del Banco Mundial (BM), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) o la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), publicados por Bloomberg, los países que han apostado por las ciencias y las tecnologías son los países más avanzados, económicamente hablando.
En este punto, tanto a nivel estatal como a escala de la Comunitat Valenciana, debemos apostar por atraer y retener el talento con políticas activas en el campo de la I+D+i y en un área de gran potencial como es la biotecnología, pero sin fiarlo todo a un único conocimiento o ciencia. Hemos de ser capaces de crear grupos de trabajo multidisciplinares que permitan lograr los objetivos marcados: ser una comunidad de referencia donde se conjugue calidad de vida con desarrollo económico social y medioambientalmente sostenible.
Y es ahí donde se muestra importante el sector bio en cuestiones como:
Entre otras muchas iniciativas y empresas que forman parte de proyectos como el que han participado en el hub de innovación tecnológico creado por el COIICV para aunar fuerzas y tecnología frente a la pandemia que nos asola, ya que el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana no es ajeno a esos grandes retos de presente que nos deben trasladar al futuro inmediato. Al contrario, está plenamente implicado.
Eva Marco es presidenta de la Demarcación de Valencia del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana