CASTELLÓ. La petrolera BP sigue decidida a transicionar su actividad en la refinería de Castellón hacia un horizonte más sostenible. Bp Energía España pretende modificar la elaboración de su biocombustible para emplear más materias residuales como aceite de cocina usado o grasas animales en detrimento de otras de origen fósil o aceites vegetales de primera generación. Para ello, el pasado 29 de julio presentó un proyecto donde solicita a la Conselleria de Transición Ecológica una modificación sustancial de la autorización ambiental integrada de la refinería del Serrallo. Dicho proyecto ha sido sometido a información pública hasta el pasado 9 de septiembre y según ha podido saber Castellón Plaza ha recibido algunas alegaciones.
Esto implica que la empresa pretende incrementar su capacidad de coproceso de materias primas grasas de origen residual en 435.000 toneladas al año. Lo cual supondría un aumento de más del 50% en la gestión de residuos que la refinería tiene autorizados. Actualmente la refinería cuenta con autorización para gestionar 46.000 t/a. Es decir, que la capacidad total de coproceso de residuos no peligrosos superaría las 480.000 t/a. Es por ello que este incremento requiere de dicha modificación en su autorización ambiental.
Según explica la refinería en el documento presentado a la Conselleria, "el incremento de coprocesamiento que se propone supondrá una reducción del empleo de hidrocarburos minerales de origen fósil y aceites vegetales de primera generación". Es decir, que BP reducirá la cantidad de minerales de origen fósil que utiliza para elaborar sus combustibles y a cambio, aumentará las materias primas como aceites de cocina usados o grasas animales. Estas materias primas son conocidas como SANDACH y se generan en la producción primaria ganadera y en las industrias de transformación de los alimentos de origen animal.
Respecto a las emisiones, desde la refinería aseguran en el documento que "no se espera que se produzca un aumento de las emisiones procedente de los hornos tras el incremento de coprocesamiento de materias primas grasas de origen residual". También reconocen en el citado documento que respecto a las emisiones de CO2 "se estiman en 5.443 t/año, de escasa significación en comparación con las 1.152.334 t de CO2 emitidas durante el 2021". En cualquier caso, se recuerda que estas emisiones son de origen biogénico y por tanto no tienen impacto sobre la emisión de gases de efecto invernadero y tampoco afectan al sistema de comercio de derechos de emisión.
Aunque por el momento este proyecto no implica un aumento de la producción de biocombustible en la refinería de Castelló, la compañía anunció a principios de año su intención de incrementar a 15.000 barriles diarios su producción de combustibles sostenibles. Su presidente ejecutivo para España, Andrés Guevara de la Vega, manifestó entonces que era necesario "estimular la demanda" de biocombustibles para la aviación y el transporte marítimo y extenderlo a coches de combustión interna o camiones. El consejero delegado de Bp, Bernard Looney, puso en valor el pasado mes de junio la producción de biocombustibles en la refinería de Castelló, y destacó que fue la primera refinería del mundo en recibir la certificación Corsia (Plan de Compensación y Reducción de Carbono para la Aviación Internacional) para la producción de combustibles de aviación sostenible (SAF).
Cabe recordar que Bp se encuentra inmersa en un proceso de transformación para pasar de ser una compañía internacional de petróleo (IOC por sus siglas en inglés) a una compañía de energía integrada (IEC) y la refinería de Castelló juega un papel esencial en esta transformación. El propio nombramiento de Guevara como presidente en España, supuso un paso en el camino hacia la transición de la petrolera, ya que acredita una experiencia internacional como experto en procesos de descarbonización. Además, la compañía también ha modificado su nombre de Bp Oil España a Bp Energía España para visibilizar su metamorfosis. En este proceso, la multinacional anunció su intención de convertir progresivamente la refinería de Castelló en el principal 'hub' de energías renovables de la Comunitat Valenciana.