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Los manifestantes ocuparon el Congreso, el Tribunal Supremo y el Palacio presidencial

Brasil aborta un asalto al Congreso de partidarios de Bolsonaro que pedían un golpe de Estado 

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8/01/2023 - 

MADRID (EP). Las fuerzas de seguridad brasileñas recuperaron este domingo, después de varias horas, el control del Congreso, el Tribunal Supremo y el Palacio de Planalto -sede presidencial-, que había sido asaltada por simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro, líder del Partido Liberal que perdió las elecciones el pasado 30 de octubre por un estrecho margen frente a Luiz Inácio Lula da Silva, quien tomó posesión el 1 de enero.

Los agentes de la Policía Militar lograron recuperar el control del Congreso a primera hora de la noche empleando medios antidisturbios y granadas aturdidoras.mTambién desplazaron a los asaltantes del Palacio de Planalto, el palacio presidencial, aunque los manifestantes continuaban pasada la medianoche -hora española- concentrados en la conocida como Explanada de los Ministerios que comunica todos estos edificios.

Los incidentes comenzaron cuando cientos de simpatizantes de Bolsonaro superaron las barreras policiales e invadieron la sede del Congreso brasileño, el palacio presidencial y la sede del Tribunal Supremo Federal en Brasilia en el marco de una manifestación contra el nuevo presidente brasileño, Lula da Silva.

Los participantes en la protesta superaron las barrearas policiales y arrancaron alambradas a pesar de que la Policía empleó gas pimienta y otros medios antidisturbios. Los manifestantes tenían el objetivo declarado de derrocar a Lula y a su vicepresidente, Geraldo Alckmin, para lo que solicitaban el apoyo del Ejército en lo que habría constituido un golpe de Estado.

Los manifestantes se habían concentrado este domingo frente al Cuartel General del Ejército, en el centro administrativo de Brasilia, y marcharon hasta la Explanada de los Ministerios, donde decenas de participantes se encaramaron al edificio sede del Congreso.

Foto: CRIS FAGA/ZUMA PRESS

Más tarde, se dirigieron a la sede presidencial y a la del Supremo, donde invadieron el plenario del tribunal. La llegada de efectivos de la Policía Militar fue aplaudida por los manifestantes, que pensaron que acudían en su ayuda.

Se pudieron ver imágenes de manifestantes vestidos de verde y amarillo arrancando sillones del Congreso o rompiendo cristales y mesas de la sede del Tribunal Supremo Federal. Precisamente en este último edificio habría sido arrancada la puerta del armario donde el juez Alexandre de Moraes cuelga su toga en el plenario del tribunal. De Moraes ha sido uno de los jueces más críticos con Bolsonaro.

Acampadas por el golpe de Estado

Los simpatizantes de Bolsonaro habían acampado frente a diferentes cuarteles de las Fuerzas Armadas brasileñas para exigir un golpe de Estado para "salvar Brasil" y deponer a Lula, vencedor de las elecciones de octubre de 2022.

Las fuerzas de seguridad no disolvieron estas concentraciones tampoco frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia, punto de partida de la manifestación que terminó con la toma del Congreso.

Las acampadas comenzaron tras confirmarse la derrota electoral de Jair Bolsonaro frente a Lula y no han obtenido respuesta por parte del Ejército, que se ha mantenido leal al gobierno democrático.

Lula: "Todos los vándalos serán encontrados y castigados"

En respuesta al asalto, el presidente Lula, que se encontraba fuera de Brasilia, decretó en respuesta al asalto que el Gobierno federal asuma las competencias en materia de seguridad del Distrito Federal de Brasilia.

"Nunca se ha hecho en la historia de este país", lamentó durante un discurso en el que recordó sus propias derrotas electorales y la posición histórica de la izquierda. La democracia, añadió, garantiza la libertad de expresión, "pero también exige el respeto de las instituciones".

Foto: EFE/ANDRE BORGES

"Todos los vándalos serán encontrados y castigados", dijo el mandatario, antes de leer de viva voz los detalles de un decreto que implica la intervención sobre las competencias que teóricamente le competen a Brasilia, cuya labor había sido puesta en duda por el oficialismo tras el caos vivido en las calles de la capital. "Aprovecharon el silencio del domingo, cuando todavía estamos formando gobierno, para hacer lo que hicieron", añadió Lula, quien prometió perseguir tanto a los participantes directos como quienes han promovido el "gesto antidemocrático" de las últimas horas.

En este sentido, recordó que hay "varios discursos" de su predecesor, Jair Bolsonaro, en los que "alienta" la toma de los distintos poderes. "Esta también es su responsabilidad y la de los partidos que lo apoyaron", subrayó.

Reacciones políticas

Tras estos incidentes, Fávio Dino, ministro de Justicia y Seguridad Pública del nuevo gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, advirtió de que los intentos "absurdos" de imponer por la fuerza un intento de golpe de Estado "no se impondrán". "Ese absurdo intento de imponer su voluntad por la fuerza no se impondrá. El Gobierno del Distrito Federal afirma que habrá refuerzos y las fuerzas de que disponemos están trabajando. Estoy en la sede del Ministerio de Justicia", afirmó Dino.

También el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, criticó las acciones de los manifestantes y advirtió de que "deben sufrir con urgencia el rigor de la ley". "He hablado hace poco por teléfono con el gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, con quien mantengo un contacto permanente. El gobernador me ha informado de que está concentrando los esfuerzos de todo el aparato policial para controlar la situación", publicó Pacheco en redes sociales.

Mientras, el portavoz del bloque del Gobierno en el Congreso, Randolfe Rodrigues, abogó por la unión de los demócratas ante este ataque de "terroristas". "Los antidemócratas criminales no pueden andar libremente. No hay que tolerar a los intolerantes. Esperamos la dura aplicación de la ley a todos los implicados en esas acciones", manifestó.

El asalto concitó también la condena de los gobiernos de numerosos países, entre ellos Estados Unidos, España, muchos vecinos latinoamericanos y la Unión Europea.

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