Burriana se adapta al cambio climático con las dos primeras obras antiinundaciones de la Serratella

CASTELLÓ. Los dos primeros proyectos del nuevo Plan de adaptación al cambio climático de Burriana verán la luz en breve en la zona litoral de La Serratella. El más ambicioso es la obra de recuperación del sistema de drenaje natural al mar en esta zona litoral, entre los caminos Ballester y La Coixa, con la que se trata de evitar inundaciones. 

Las obras se dividen en dos proyectos. El Ayuntamiento ha adjudicado un lote del contrato a Pavasal por 686.510 euros. El otro, cifrado en 443.745 euros y que consiste en la instalación de dos tornillos de Arquímedes, lo ejecutará la empresa Comes. Los trabajos concluirán en junio y abril de 2024, respectivamente y arrancarán de forma inminente porque el Ayuntamiento ya aprobó las expropiaciones en agosto.

El concejal de Vía Pública de Burriana, Mario Trullen, explica que cada tornillo de Arquímedes será capaz de evacuar mil litros de agua por segundo. Hace décadas fueron cerradas las goles que vertían el agua al mar en ese punto, un problema que es el caballo de batalla de los vecinos de esa zona del Camí La Coixa desde hace décadas.

Además de esta obra, están casi culminados los trabajos de regeneración de la zona de dominio marítimo terrestre de la Serratella donde hizo estragos la borrasca Gloria en 2020. La empresa Natura Constructiva ha eliminado todas las arenas y gravas arrojadas por el oleaje que se acumulaban desde entonces en la calle Les Alqueries. La inversión municipal ha sido de 86.097 euros.

Más de 47 millones de inversión

Esas dos intervenciones son solo una parte muy pequeña del nuevo Plan de adaptación al cambio climático de Burriana, en vigor desde el pasado mes de marzo. Recoge 16 medidas contempladas en otros planes por un importe global de 35,4 millones de euros; y otras diez de competencia municipal valoradas en 11,9 millones adicionales.

Entre los proyectos de otros planes pendientes de ejecutar en Burriana figura la construcción de un dique en la margen derecha del cauce del río Anna, desde aguas abajo del ferrocarril hasta el comienzo del núcleo urbano, valorado en 4,2 millones; otros 1,5 millones para la restauración hidrológica y forestal de la cabecera del río; y dos millones más para desviar el cauce aguas arriba de la vía férrea.

También figuran los 4,5 millones del macroproyecto del Golf Sant Gregori, encallado desde mayo, para trazar una canalización que recoja las aguas del cauce que se desbordarán el día que se construya el campo de golf. De igual modo está previsto un millón de euros de inversión para la amplia zona verde en terrenos inundables adscrita al futuro sector residencial Jardines de la Malvarrosa.

Por su parte, el Plan General de Ordenación Urbana de Burriana prevé la creación de zonas verdes en áreas inundables con un gasto aproximado de 4 millones; otros 6 millones para ampliar el cauce del río Anna antes de llegar a la localidad; y 4,8 millones más para trazar un canal de drenaje cerca de Sant Gregori.

Entre la decena de proyectos propios incluidos en el nuevo Plan de Adaptación al Cambio Climático de Burriana figuran la instalación de placas solares en edificios municipales (1,2 millones); el refuerzo de escolleras en La Serratella, con 5 millones más; un nuevo colector de aguas en la avenida Tarancón (2,2 millones); la instalación de tornillos de Arquímedes en el camino Tancades y en el camino Marge; y medio millón más para crear bosques mediterráneos en los bordes de las playas, entre otras inversiones.

El documento todavía puede sufrir cambios

El concejal de Urbanismo de Burriana, Juan Canós, considera que esa relación de inversiones elaborada en la recta final del anterior mandato municipal PSPV-Compromís es sólo un documento de partida con muchos aspectos mejorables. Según asegura, no incluye un colector de aguas pluviales para la ronda que es “necesario” mientras otras inversiones, como los tornillos de Arquímedes, empezaron a implantarse “hace ocho años sin un resultado efectivo”.

La regresión del frente marítimo de Burriana es la principal preocupación municipal relacionada con el cambio climático. El Ayuntamiento batalla desde hace muchos años en contra de la extracción de arena de sus playas para mejorar las de otros municipios. También reclama a la Dirección General de Costas que ejecute inversiones inaplazables contra la regresión del frente litoral. En 2007, Costas ya se comprometió a crear espigones en La Serratella, algo que ha incumplido mientras cada año que pasa los temporales son más frecuentes y agresivos.

La modificación del Reglamento General de Costas, en fase de tramitación, impedirá revisar los deslindes hacia el mar y prohibirá el otorgamiento de concesiones cuando haya riesgo de que alguna obra sea alcanzada por el mar. Burriana y otros municipios de la provincia como Nules se oponen frontalmente a esa modificación del reglamento, si bien en otros asuntos como la ampliación del puerto burrianense defienden posturas antagónicas.