Los mercados se alegraron del dato de inflación de EEUU de la semana pasada, a pesar de que mostraron un modesto descenso y fueron sólo ligeramente mejores de lo esperado. Esta semana conoceremos las cifras del Reino Unido, que deberían mostrar un descenso mucho mayor y la perspectiva de que la inflación se sitúe en el objetivo del 2% del Banco de Inglaterra, o en torno a él, para los próximos 12 meses. A finales de este mes, la inflación de la zona euro también debería mejorar.
Todo ello son muy buenas noticias y deberían allanar el camino para que los recortes de los tipos de interés comiencen en junio. Hasta dónde lleguen dependerá, por supuesto, de los datos. En Europa y el Reino Unido, las perspectivas de inflación son buenas y, aunque ambas economías están mejorando, especialmente la del Reino Unido, esperamos que los respectivos bancos centrales recorten más de lo que los mercados están valorando actualmente. Para finales de año se prevén recortes de 68 puntos básicos en la zona euro y de 56 puntos básicos en el Reino Unido. Esperamos que los resultados se aproximen al 1%.
La situación es más turbia en EEUU, donde la inflación se ha mantenido estancada últimamente. En particular, y como hemos comentado en numerosas ocasiones en anteriores Perspectivas Semanales, el extraño tratamiento de los alquileres en el IPC estadounidense podría mantener la inflación más alta durante más tiempo. La esperanza de recortes de tipos depende de la importante desaceleración económica que esperamos. En pocas palabras, el consumidor estadounidense ha estado gastando por encima de sus ingresos y le espera un repliegue. La boyante confianza de los consumidores, que ha impulsado al consumidor estadounidense durante el último año y más, ha empezado a decaer y esperamos una mayor suavización de su gasto. No será nada espectacular, pero debería restar fuerza al crecimiento y generar nuevas presiones a la baja sobre los precios.
Mientras tanto, las economías de Europa y el Reino Unido crecen más rápidamente. Dado que parten de una base baja (una recesión leve, de hecho), esto no debería ser un obstáculo para recortar los tipos. De hecho, el Reino Unido, que fue uno de los países con peores resultados en términos de crecimiento e inflación el año pasado, debería mejorar mucho en ambos aspectos. Los datos publicados la semana pasada mostraron un crecimiento firme, mucho más fuerte de lo esperado, y vemos más buenas noticias en este frente.
La recuperación mundial, el descenso de la inflación, la bajada de los tipos de interés... todo ello constituye un telón de fondo favorable para los mercados financieros y prevemos nuevas subidas durante el resto del año.
Steven Bell es economista jefe para EMEA de Columbia Threadneedle Investments