CASTELLÓ. El técnico del Castellón, Óscar Cano, ha considerado clave en la derrota frente al Alcorcón el primer penalti, cometido por Rafa Gálvez, lo que dio paso a una fase de bloqueo mental de los jugadores de la que no se recuperó el conjunto albinegro. “Ha sido un partido igualado, donde no estaba pasando prácticamente nada. Con el primer penalti llegaron los nervios y los errores y otras cuestiones que se dan en equipos que están en mala dinámica. Para colmo llegó el segundo gol y eso lastró mucho. En la segunda parte lo intentamos de todas las maneras, por dentro y por fuera, y llegaron situaciones en las que generamos más peligro, pero fue un quiero y no puedo”, analizó el granadino.
Cano ha expresado su impotencia por la tendencia del equipo en los últimos meses. “Creo que el equipo no está ofreciendo lo que pensábamos que iba a ofrecer y la realidad es que no están saliendo las cosas. Es una putada porque nos ha costado mucho llegar al fútbol profesional, pero hay que seguir intentándolo hasta donde podamos y hasta donde nos dejen”, ha señalado.
El técnico albinegro ha asegurado que la directiva le ha transmitido confianza en su continuidad, pero también ha reconocido que esto no le garantiza seguir en el banquillo. “De momento lo único que me transmiten es tranquilidad, comprensión y sobre todo paciencia, pero yo soy entrenador y a mí no me tiene que explicar nadie cómo funciona el fútbol. No soy ningún novato en esto y sé que puede suceder cualquier cosa”, ha declarado.
En este sentido, Cano ha indicado que no pondrá problemas en caso de que se le busque un relevo. “El club sabe que aquí tiene un amigo y por encima de todo está el Castellón. Conmigo no van a tener ningún problema. El día que ellos consideren que el equipo va a tomar mejor rumbo con otra persona, voy a dar todas las facilidades del mundo, incluso ofreciéndome a trabajar de cortacésped hasta que se termine mi contrato”, ha concluido.