VALÈNCIA. Para la banda valenciana Faixa la música, más que un sonido melodioso, es un juego para niños mayores. Uno en el que pueden permitirse experimentar sin límites y con el que pueden viajar al pasado con sus composiciones. Construyendo una curiosa máquina del tiempo presentan su LP debut Faixa en el que combinan las tradiciones orales como el “cant de batre” y las marchas de moros y cristianos con la electrónica más actual.
Entre sintetizadores, y con la colaboración de La Titana y Carles Dénia presentan un trabajo dividido en nueve pistas únicas en las que lo clásico y lo moderno se entrelaza. Carles Pascual, uno de los componentes de la banda, explica este juego como su forma de reinventar la música valenciana lejos de la idea de revivirla o rescatarla: “No es un material que está perdido, podemos hacer el LP, gente de las generaciones previas a la nuestra ha trabajado mucho en generar estos sonidos”:
“Somos la generación que está haciendo música ahora y la que los llevamos por ese camino, pero lo hacemos con la tremenda suerte de tener muchas fuentes que consultar”. Orgulloso del material en el que se basan para la creación de Faixa explica que las colaboraciones dentro del LP son claves para que el formato tenga un sentido único. La variación entre un perfil más clásico y otro más joven les ayuda a mezclar los estilos que les interesan.
“Nos gusta ver su hibridación de la música tradicional y otras músicas. Queremos impregnarnos de diferentes perfiles y tendencias para generar algo nuevo y único”, destaca Pascual, quien junto a su banda ve en este debut musical su manera de defender la música valenciana más allá del concepto del rescate, y así marcan su declaración de intenciones.
“Cogemos algo que ya conocemos y le damos una relectura única. Lo que queremos es generar un nuevo interés por estos sonidos, aunque lo que nos importa también es pasarlo bien haciéndolo. Conseguimos encontrar dos ideas que conviven y se pueden juntar”.
“Este trabajo se trata de una afirmación artística con la que mirar con otros ojos la música tradicional valenciana”, apuntan desde Faixa como carta de presentación, “lo hacemos permutándola con nuestras influencias y vivencias propias que nos sirven de inspiración. Faixa no quiere analizar las raíces de la tradición desde la nostalgia, sino desde la innovación”. Lo demuestran en poco más de media hora con temas que van desde A l’ombra d’una olivera (U i dos) hasta Malagenya del carrer Calvari junto al “cant de batre” Esta casa sí que és casa. Lo hacen también inspirados en sonidos propios del “dubstep, el jungle o el footwork”. Con todo ello ensalzan la idea única de analizar la música tradicional valenciana y experimentar con ella.
“Jugamos a sentarnos y ver como suenan estos recursos creativos. Intentamos afrontar los estilos con los que trabajamos, como en las jotas y las malagueñas, con algo que le encaje como pueden ser otras músicas del baile. Creemos que gracias a la experimentación sonora podemos conseguir que esta música se siga bailando desde un formato más actual”. Eso sí, lo hacen siempre respetando el juego desde el minuto número uno del álbum, ya que su manera de crear siempre tiene que ver con ese toque de diversión.
“La gracia de la música es jugar con sus combinaciones y sus recursos. Nos gusta trabajar todas las músicas que existen y de alguna forma enriquecer los géneros”. Una línea de trabajo en la que pasado y presente se dan la mano dentro de un programa de ordenador en el que los cantos tradicionales valencianos se transforman para ser algo nuevo y reconocible mientras dan una nueva vida a las melodías que resuenan entre las generaciones anteriores a las de Faixa.