CASTELLÓ. Ante la celebración, este miércoles, del Día Mundial de la Alimentación, Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón vuelve a recordar que la alimentación universal es un derecho básico y vuelve a reclamar la reducción del desperdicio alimentario, relanzando, en una nueva fase, su campaña de concienciación y sensibilización 'Compra como piensas'.
En este sentido, desde hace unos días, nuevos elementos de promoción de esta campaña se pueden contemplar tanto en elementos mobiliarios urbanos, como en autobuses de la ciudad de Castelló. La campaña reclama que planifiquemos mejor nuestras compras semanales de y revisemos la fecha de caducidad de los diferentes productos y reciclemos, en lo posible, los alimentos. Como consecuencia de todo ello, reduciremos el desperdicio alimentario y ahorraremos en el importe de nuestras compras.
Un ahorro que se puede destinar a colaborar económicamente con entidades sociales como Cáritas Diocesana que lo destinará a los diferentes proyectos de ayuda y acompañamiento a personas vulnerables.
Proyectos como, por ejemplo, las Tarjetas Solidarias de Alimentación, que van sustituyendo, progresivamente, a los tradicionales economatos y que dignifican y facilitan la adquisición de alimentos a las familias más necesitadas.
Según los datos recientemente presentados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), el desperdicio alimentario dentro y fuera casa en el año 2023 se situó en España en 1.214 millones de kilos o litros, de los cuales 1.183 se desperdiciaron dentro del hogar.
Ello supone un incremento del 1,1% en comparación con el año 2022, aunque hay que destacar que ha aumentado en un 4,4% el número de hogares españoles en los que no se desperdició ningún alimento.
Según el Informe del Desperdicio Alimentario en España 2023 del MAPA, en España se desperdició el 3,9% del total de alimentos y bebidos comprados para consumir dentro y fuera de nuestros domicilios. También se contempla un mejor aprovechamiento de frutas, hortalizas y pasta (28.520 kilos menos de desperdicio) y, por contra, aumenta en 4.920 kilos el desperdicio de la leche y los derivados lácteos, legumbres y carnes frescas.
Asimismo, destaca que las personas menores de 35 años son los que peor gestionaron el desperdicio alimentario y, por zonas geográficas, el arco Mediterráneo y el Norte Centro han visto como aumentaba, en gran medida, el volumen de alimentos que han ido a parar a la basura.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) los agricultores del mundo producen alimentos suficientes para alimentar a más personas de la población mundial existente, pero hasta 733 millones de personas se enfrentan al hambre debido a los conflictos, las repetidas crisis climáticas y las recesiones económicas.
El hambre repercute, especialmente, de forma más grave en los pobres y vulnerables, muchos de ellos de hogares agrícolas. La alimentación es la tercera necesidad humana básica, después del aire y el agua y es un derecho humano reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
El lema de este año del Día Mundial de la Alimentación es el 'Derecho a la alimentación para una vida y un futuro mejores' y la FAO resalta "la importación de la diversidad, la nutrición, la asequibilidad, la accesibilidad, así como la seguridad y la sostenibilidad de los alimentos".
La FAO subraya que "hoy en día, el hambre se ve a menudo agravada por los frecuentes cambios climáticos, las recesiones económicas y los conflictos".
El Día Mundial de la Alimentación "busca soluciones para garantizar que todas las personas tengan un acceso suficiente, adecuado y regular a alimentos diversos. Seguros y nutritivos, sin dejar a nadie atrás".