En primer lugar y ante todo, me gustaría felicitarte –si me permites que te tutee, dado que a buen seguro coincidiremos en muchas mesas de negociación– por tu nombramiento como conseller. Y, en segundo lugar, y en representación de CSIF, desearte que tu desempeño esté lleno de logros y éxitos, ya que, de ser así, representará una mejora sustancial de la sanidad en la Comunitat Valenciana. Te pedimos que aproveches todas las oportunidades que surjan para la consecución de ese objetivo.
En tu calidad ya de máximo responsable de Conselleria de Sanidad hay algo que quiero plantearte porque me parece fundamental: ilusiona a tus profesionales. Y cuando me permito la confianza de transmitirte esta petición no me refiero solo a la parte económica. Los trabajadores de la sanidad valenciana tienen que sentirse integrados y valorados en la organización, han de notar que son importantes dentro de ella.
Te insisto en esta cuestión porque en la actualidad hay una serie de sensaciones con las que convivimos y que van haciendo mella. No les otorgamos la relevancia que tienen y tampoco nos han enseñado a afrontarlas. Me refiero al estrés, el cansancio, la melancolía, la tristeza… Sabes perfectamente, porque lo has vivido en primera persona, que estamos pasando años muy duros.
Algunos piensan que todo se ha normalizado tras el impacto de la pandemia; sin embargo, existe estrés postraumático, la antesala del síndrome de estar quemado. En realidad, se trata de algo que viene de lejos.
Los profesionales de la sanidad tienen en sus manos la vida de otras personas y trabajan bajo un nivel de distrés continuado, diario y sobrevenido. Esta sobrecarga emocional, esa frustración de sentirnos desbordados, podría precipitarnos hacia situaciones irreversibles de no aplicar una prevención adecuada. Incluso podríamos sufrir problemas muy directos que pondrían en jaque a toda la organización.
Sabemos que heredas una situación difícil; no obstante, creemos que resulta prioritario afrontar esos riesgos psicosociales que afectan al personal. Se trata de una asignatura no solo suspendida, sino también olvidada, y creemos que hay que ponerle el foco de atención.
Existe una falta grave en vigilancia de la salud con directa responsabilidad de Conselleria. Por ese motivo, reclamamos medidas de prevención para evitar trastornos entre los trabajadores que pueden derivar en enfermedades y en sus posteriores consecuencias. Estas últimas pueden provocar que se vean abocados a la renuncia, la dimisión personal y el abandono del trabajo, así como la emigración a otros lugares en los que la profesión está mejor pagada y valorada. De ser así se produciría una pérdida irreparable de capital humano.
Te pedimos, conseller, que garantices niveles apropiados de dignidad y respeto para todos los profesionales de la sanidad, en términos de estabilidad laboral, salarios y seguridad. En esa misma línea, consideramos imprescindible mejorar los canales de comunicación e información con el fin de establecer y fortalecer relaciones.
Hasta ahora esos canales no solamente no han sido efectivos, sino que su utilización –o falta de empleo- ha resultado nefasta a pesar de los innumerables intentos por nuestra parte de mejorarla.
Otra dificultad reiterada que se ha padecido en los últimos años es la demora en los tiempos de tramitación y publicación de documentos y normativa, que ha generado pérdida de derechos a los trabajadores así como impagos que no se han recuperado. Por ello pedimos que las partidas presupuestadas para sanidad sean finalistas y no se pierdan nunca, al contrario de lo que ha venido ocurriendo.
Podría extenderme con más peticiones, propuestas o sugerencias. Ya habrá tiempo para ello en el futuro. Ahora, para finalizar, te insistiría en ese deseo de que priorices ilusionar y motivar a tus profesionales. Y me despido como empecé, deseándote mucha suerte en tu desempeño.
Dolly Prunés es presidenta de CSIF Sanidad Comunidad Valenciana