CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló apuesta por elaborar un mapa sobre el alcantarillado para priorizar las futuras inversiones. En concreto, el proyecto que impulsa la Concejalía de Transición Ecológica pretende establecer un diagnóstico de partida para determinar cuáles son las necesidades de los distintos sectores urbanísticos. A partir de esa evaluación, la finalidad pasa por adecuar las infraestructuras, especialmente en la periferia, al objeto de mejorar los servicios.
No obstante, la pretensión resulta mucho más ambiciosa a medio plazo: implantar la doble tubería para diferenciar las aguas residuales de las pluviales. Con ello, las primeras se derivan directamente a la depuradora para un posterior uso (riego, por ejemplo), mientras que las segundas se reutilizan en busca de una mayor eficiencia sostenible.
En este sentido, los sistemas convencionales de alivio de la lluvia se presentan como insuficientes ante un escenario de cambio climático e incremento de las precipitaciones. Así, se hace necesario impeler una guía de sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS), que mejoran la gestión de los recursos pluviales.
Los sistemas SUDS aportan una solución para la gestión del agua de lluvia desde un enfoque más amable con la naturaleza. Las técnicas que recoge reproducen el ciclo hidrológico natural previo a la urbanización, con estructuras permeables que permiten realizar una gestión más sostenible de las aguas de lluvia disminuyendo la escorrentía superficie, tanto en origen como durante su transporte y en destino, con el objeto de incrementar la infiltración en el terreno y ampliar la calidad de los vertidos de agua.
Dentro de esa política de reciclar la lluvia, la implantación de la doble conducción resulta primordial. En consecuencia, el Ayuntamiento de Castelló prevé destinar una partida de 15.000 euros en los presupuestos de 2020 para adjudicar el contrato de redacción del plan de alcantarillado. El documento establecerá una hoja de ruta respecto a las actuaciones.
Cabe precisar que en el desarrollo de nuevas unidades de ejecución la instalación de la tubería doble forma parte de los requisitos que deben asumir las adjudicatarias. Sin embargo, la dificultad para su implantación en el caso antiguo obliga a buscar fórmulas alternativas.
Castelló lleva desde 2009 aplicando políticas para hacer un uso más racional y sostenible del agua, si bien es cierto que en 2018 se dio un salto cualitativo, pasando de 160.000 metros cuadrados de espacios verdes a más de 358.000 metros cuadrados que utilizan liquido de la depuradora para el riego.