Castelló garantiza la devolución de las multas de las videocámaras pero no sabe a partir de cuándo

CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló garantiza la devolución de las multas cobradas por las videocámaras. Sin embargo, no aclara a partir de cuándo ese abono será efectivo en la cuenta bancaria de los castellonenses que opten por el reintegro automático, sin haberlo reclamado previamente. Según explica el concejal de Movilidad, Jorge Ribes, existen dos fórmulas para obtener el reembolso. La primera, a través de una solicitud por registro, que se resuelve en un tiempo relativamente corto, siempre que se acredite el cargo indebido. La segunda, de forma directa, es decir, esperar a que el servicio de recaudación, en coordinación con la Policía Local, verifique la existencia de una sanción ya pagada y, en consecuencia, proceda a su restitución mediante transferencia.

En este caso, el consistorio no se marca plazos sobre el retorno. En principio, se realizará por orden de imposición, teniendo en cuenta que entre el 16 de febrero y el 14 de abril, cuando se decretó la suspensión del sistema de fiscalización, se incoaron alrededor 7.000 procedimientos. No obstante, surgen dudas acerca de los criterios que se seguirán, aunque desde el consistorio reitera que la devolución se producirá antes de acabar 2021.

En esta línea, Ribes subraya que "a todas las personas sancionadas se les devolverá el dinero", como así se recoge en el decreto que la Junta de Gobierno Local aprobó a mediados del pasado mes para suspender el control de acceso al centro a través de la lectura de matrículas. El edil socialista recuerda que desde el 1 de octubre se reactivará ese método de inspección visual, por lo que el equipo de gobierno trabaja para impulsar cuanto antes una campaña informativa.

La idea radica en aprovechar los distintos canales con la finalidad de llegar a la máxima audiencia posible durante los próximos meses. Al margen del buzoneo, reparto de folletos y reuniones con comerciantes y vecinos, se utilizarán otros soportes publicitarios, sin descartar la divulgación por redes sociales.

"Vamos a poner el acento en la parte de comunicación. Nuestro propósito es profundizar en el boca a boca. Que cuando se vuelva a poner en marcha el servicio que no pille a contrapié a nadie", subraya el concejal de Movilidad. El restablecimiento del sistema de fiscalización ya no tendrá vuelta atrás. La Unión Europea obligará a las ciudades de más de 50.000 habitantes a tener zonas de bajas emisiones de CO2 y un casco histórico peatonal dentro de dos años. En consecuencia, la entrada y salida de vehículos se limitará solo a aquellos con autorización.

Nuevas vías peatonales 

"Castelló cumple con todos los requisitos para apostar por este tipo de políticas sostenibles", advierte Ribes, quien no descarta en el futuro cerrar nuevas calles de manera provisional para facilitar la apertura de terrazas. En concreto, los técnicos están estudiando la posibilidad de habilitar espacios en el entorno de la calle Sanahuja. Las autorizaciones dependerán de varios condicionantes. Por ejemplo, el cumplimiento de la norma de ruido o el ancho de las calzadas a fin de preservar el paso de los viandantes.

Precisamente estos factores desaconsejan cortar Campoamor, como reclaman los hosteleros para montar mobiliario en el exterior. Las especiales particularidades de la vía hacen inviable su cierre en horas concretas del día. "Se dan problemas de accesibilidad a determinadas viviendas. Además, es una calle de entrada para los vecinos que tienen acceso al centro", explica. A eso se suma la existencia de vados. "De momento, no se puede actuar", concluye.