Imagen de archivo de una estación de medición.CASTELLÓ. Mejorar la calidad del aire, poniendo así fin a los malos olores que se suceden en el Grau de Castelló, constituye uno de los grandes desafíos del Acord de Fadrell en esta legislatura. Y no solo por el compromiso adquirido públicamente de luchar contra la contaminación atmosférica. La ambición de convertir la capital de la Plana en una ciudad referente en cuanto a sostenibilidad se refiere, siguiendo los ejemplos de grandes urbes europeas como Rotterdam o Copenhague, obliga a ir más allá en la aplicación de medidas.
Esa mayor implicación supone, para el concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro, promover acciones innovadoras y respetuosas con el medioambiente que, además de incrementar el bienestar de los ciudadanos, potencie la biodiversidad. En este contexto, irrumpe con fuerza la idea de apostar por los corredores ecológicos entre el entorno urbano y los focos de emisión.
Se trata de aumentar la riqueza paisajística como una estrategia para mitigar los efectos de las actividades industriales. Su elevado valor medioambiental permite establecer un muro natural que actúa como purificador del aire frente a los gases. Por ejemplo, el benceno, principal causante de la pestilencia en el distrito marítimo, puesto que respecto al umbral de olores se encuentra 5.000 veces por debajo. Así lo explicó el director General de Cambio Climático y Calidad Ambiental de la Generalitat Valenciana, Joan Piquer, en un encuentro celebrado con la entonces vicealcaldesa de Castelló, Ali Brancal, el 28 de mayo de 2018 para abordar la problemática.
Los corredores ecológicos estarían vinculados a los proyectos de anillo verde periurbano de la ciudad y del parque agrario (recuperación de terrenos baldíos para uso agrícola).
Otras medidas que plantea llevar a término el área de Transición Ecológica pasan por la instalación de nuevos medidores de contaminación atmosférica que incorporen un sistema de información en tiempo real.
Navarro subraya que es consciente de que las propias empresas del polígono del Serrallo son las primeras preocupadas en mejorar su relación con el entorno. De ahí que considere esencial fomentar, junto con la Conselleria de Medio Ambiente, un plan de calidad del aire de Castelló.
Al respecto, el munícipe del tripartito prevé solicitar cuanto antes al Consell que convoque la Mesa de la Calidad del Aire, integrada por los municipios del área metropolitana, sectores industriales y colectivos ciudadanos. Inactiva desde septiembre del pasado año, cuando se reunió por última vez, es un órgano de coordinación entre las empresas de Castelló y los ayuntamientos, con especial protagonismo del de la capital de la Plana, para implementar soluciones al problema. Entre ellas, según aseguró públicamente la alcaldesa, Amparo Marco, figuraría la contratación de una firma externa, con las certificaciones y acreditaciones oficiales, para encargarse de determinar el origen de los malos olores en el momento de producirse.
