CASTELLÓ. Las obras de remodelación de la avenida Lidón de Castelló se están ultimando para su finalización en próximos días. Tras casi un año de intervención, los trabajos se centran ahora en las labores de jardinería, arbolado y riego, además de la instalación de mobiliario y colocación de señalización, mientras que el grueso de la actuación de reforma está prácticamente acabado.
"Hemos transformado la avenida Lidón en un itinerario peatonal, ciclista y sostenible de 1,5 kilómetros gracias a la inversión europea en la ciudad y pronto los vecinos y vecinas podrán disfrutar de un nuevo espacio urbano, más accesible y verde, que ha abierto el parque Rafalafena a la ciudad y que cuenta con zonas de encuentro, de descanso y de juego", ha destacado la alcaldesa, Amparo Marco. "Esta mejora de la avenida es un ejemplo de transformación hacia el Castelló que queremos, más sostenible y humano", ha manifestado. "Un proyecto emblemático que convierte a la ciudad en referente de vanguardia del urbanismo de calidad, basado en criterios de sostenibilidad y alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)", ha dicho Marco.
"La reforma de la avenida Lidón, contemplada en el plan de movilidad urbana sostenible de Castelló, es una de las mejores oportunidades para que Castelló evolucione hacia un modelo de ciudad diáfana, abierta, verde y peatonal y para que sea referencia en movilidad sostenible y una de las mayores transformaciones urbanas de nuestra ciudad de las últimas décadas", ha apuntado el concejal de Movilidad Sostenible de Castelló, Jorge Ribes.
Con su rediseño, la avenida implementa un carril bici y recorridos peatonales que conectan el centro con la basílica de Lledó, ampliando el espacio para el peatón, que se ha incrementado en más de un 35%, así como los itinerarios seguros, que pasan de 910 a más de 1.400 metros. Además, se ha incorporado un sistema de drenaje sostenible y se está plantando arbolado (más de 300 nuevas unidades) y realizando labores de jardinería, que amplían la superficie verde en más de 4.587 metros cuadrados mediante la plantación de arbustos.
Las obras, que se han llevado a cabo desde principios de febrero del año pasado, se están ejecutando divididas en tres tramos y tienen un presupuesto de 3,3 millones de euros cofinanciados por los fondos europeos Feder. Se iniciaron en la zona más próxima a la basílica, para llegar después al tramo central, entre la rotonda de la ronda de circunvalación norte y la de Tombatossals, y terminar la última fase en la parte más cercana al centro urbano, desde la rotonda de Tombatossals hasta la plaza María Agustina.