CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló blinda la explotación del emblemático quiosco de la plaza de la Paz. Lo hace con un nuevo contrato de explotación que contempla una duración de hasta 10 años. El canon anual se fija en 5.355, 20 euros, susceptible de mejora al alza. Ese importe es ostensiblemente inferior a la cuantía de 6.290, 40 euros que se acordó en 2018, cuando se impelió la anterior concesión
A diferencia de otros contratos similares, el expediente del templete situado en pleno centro presenta como atractivo para las empresas interesadas la posibilidad de acogerse a sucesivas prórrogas, una vez cumplido el periodo obligatorio de un lustro. En efecto, se trata de una novedad importante, lo que convierte su gestión en un caramelo.
El actual quiosco-bar se concibió en 1985, aunque el cenador data de 1901. En sus orígenes, en el siglo pasado, solo vendía periódicos. Poco después, se instaló un mingitorio. A partir de aquel momento sufrió varias remodelaciones durante décadas. Entre 2015 y 2018 permaneció cerrado al carecer de baños públicos por la clausura de los aseos subterráneos.
La instalación de la plaza de la Paz se caracteriza tener una estructura hexagonal con barra perimetral, que consta de una estructura metálica en acerco con una cubierta de chapa de zinc y vidrieras decorativas. La concesión incorpora, además, un espacio destinado a terraza que permite la colocación de seis mesas con cuatro sillas cada una y otros cuatro veladores con el mismo número de taburetes cada uno. Todo el mobiliario ocupa una extensión de 33,20 metros cuadrados.
Asimismo, se incluye el aseo público y el almacén, que consta de una planta baja en la que se ubica el propio quiosco de 72,35 m2. De acuerdo con el expediente, la superficie completa del recinto ronda los 100 metros cuadrados (en concreto, 98,70 m2). Por esa área, la adjudicataria puede colocar hasta 12 meses con 36 sillas.
En la nueva explotación, se ofrece la posibilidad a los concurrentes de enriquecer el pliego para aumentar la calidad del servicio. Las mejoras van desde el acondicionamiento funcional y estético del recinto hasta la instalación de equipamiento y máquinas para la preparación de alimentos. También se valora la eficiencia energética y la potenciación del sistema de gestión de residuos alimentarios.
La conocida marca L'Antiga Valenciana regenta el templete de la Paz desde 2018. Por la covid y las obras de reforma de la plaza (periodo de inactividad), la concesión inicial de cinco años se alargó unos meses más hasta 2024. La empresa, fundada por la familia Gamero y con tradición de churrería y heladería desde 1931, posee diferentes establecimientos en la provincia. Incluso, aspira a reforzar su presencia en la capital de la Plana con el quiosco de Huerto Sogueros, ya ha presentado oferta junto a otros tres postulantes.
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