CASTELLÓ. Cuando dos instituciones, como es el caso del Ayuntamiento de Castelló y la Diputación Provincial, están gobernadas bajo el mismo signo político las sinergias ofrecen oportunidades históricas, impensables en etapas pasadas de desavenencias entre la derecha y la izquierda. Se trata de aunar esfuerzos para el cumplimiento de los acuerdos programáticos.
Es lo que ocurrirá a partir de ahora con la aplicación de la Ley de Memoria Histórica. Las exhumaciones en el cementerio de San José para identificar los restos de las víctimas del franquismo ya no será cosa de una administración. La participación de la institución provincial, e incluso de la Generalitat Valenciana, permitirá a la concejala de Memoria Democrática, Verònica Ruiz, hacer realidad uno de sus grandes anhelos para la presente legislatura: determinar la identidad de los más de 500 cuerpos enterrados en el camposanto.
La edil, pasadas las vacaciones, planteará a la diputada responsable de Memoria Histórica, Tania Baños, firmar un gran pacto, que contenga la suficiente consignación presupuestaria como para completar las identificaciones de los cadáveres antes de finalizar 2020 o, en el peor de los casos, principios de 2021.
Ruiz cree que la coalición de gobierno entre el PSPV-PSOE y Compromís debe priorizar esta cuestión ante el creciente interés social, especialmente por parte de los familiares. Prueba de ello es que en el segundo semestre de 2019 el Grup per la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló ejecutará la segunda fase de los desenterramientos en el cementerio de San José después de que la Junta de Gobierno Local aprobara este jueves, 1 de agosto, el convenio de colaboración para la licitación del proyecto por un importe de 26.900 euros.
Los trabajos de localización, exhumación e identificación de siete fosas de víctimas del franquismo, inhumadas en el antiguo cementerio civil de Castelló serán las siguientes: Fila 04, sepultura 09, restos de José Aragón Ucher; Fila 04, sepultura 23, restos de Agustín Barceló Pitarch; Fila 06, sepultura 25: restos de Vicente Ballester Forcada; Fila 06, sepultura 23, restos de Miguel Tormos Adsuara; Fila 06, sepultura 21, restos de Bautista Peris Muñoz; Fila 09, sepultura 50, restos de Joaquín Jacques Celma; Fila 12, sepultura 16, restos de Ernesto Centelles Roig.
El presupuesto destinado para los descubrimientos en la necrópolis duplica la cantidad inicialmente proyectada. El motivo, según explica Ruiz, es que "la experiencia de las primeras exhumaciones nos dicen que probablemente encontraremos dos cuerpos en cada excavación y las familias merecen, por justicia, conocer la identidad de sus fallecidos".
En noviembre de 2018, cuando el Ayuntamiento de Castelló impulsó la primera fase de las identificaciones de los restos de las víctimas del franquismo, ateniendo a las cuatro primeras demandas de familiares, las excavaciones en la fosa común sacaron a la luz hasta 11 cadáveres, cuando en principio se esperaban cuatro. Ante este descubrimiento desde el equipo de gobierno se decidió que para sucesivas exploraciones la partida presupuestaria se incrementaría ostensiblemente, como ha sido el caso con vistas a la segunda actuación prevista para después del verano.
