Castelló se pone manos a la obra para iniciar la rehabilitación de 9.000 viviendas

CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló se pone manos a la obra para iniciar la rehabilitación de 9.000 viviendas durante los próximos años. La constitución de la primera comunidad de propietarios de construcciones vulnerables supone el punto de partida de un ambicioso plan del Acord de Fadrell. El grupo Magdalena del barrio de la Guinea marca el camino a seguir tras integrarse en el convenio con el colegio de administradores de fincas, que tiene por objeto canalizar las solicitudes de ayudas.

La idea es facilitar un interlocutor a aquellas escaleras de vecinos sin regulación por su situación económica. En efecto, con el tutelaje de un profesional resulta más sencillo acceder a las subvenciones destinadas a incrementar las prestaciones de habitabilidad de los inmuebles, la mayoría con una antigüedad superior a los 50 años.

Ir más allá con una mancomunidad

Este primer grupo empezará a operar para beneficiarse de las convocatorias destinadas a mejorar la accesibilidad y la eficiencia energética. El administrador de fincas facilitado por el colegio, y cuya actividad costea el Ayuntamiento, se encargará de incorporar más moradas a esta colectividad para crear una mancomunidad, formada por 160 hogares, 5 bloques y 20 escaleras. Entre otras cuestiones, se les ayudará a tramitar el informe de evaluación de edificios y las ayudas públicas existentes en materia de vivienda, ya sea Next Generation, Renhata o de carácter municipal.

"Nuestro objetivo es atender a los grupos residenciales más vulnerables, que comprenden los edificios más antiguos y que más urgencia tienen de reformas", destaca la concejala del área, María Jesús Garrido. El convenio cuenta con un presupuesto de 15.000 euros. La pretensión pasa por ampliar el radio de acción en los sucesivos meses, de manera que se ponga el foco en los edificios situados en zonas de regeneración urbana (ARRU).

El diagnóstico del Plan Estratégico

El Plan Estratégico de Vivienda señala que en Castelló existen alrededor de 9.000 moradas con necesidades de rehabilitación. Se trata de construcciones degradadas, que ni siquiera cuentan con ascensores. De esa cifra, 1.000 hogares urgen de actuaciones por encontrarse en estado ruinoso, según el informe que muestra un diagnóstico general de la ciudad.

En este sentido, el Ayuntamiento ya impulsó previamente un proyecto de localización y dignificación de viviendas vacías. Aunque ese estudio analizó los distintos barrios, se incidió especialmente en el entorno de la Guinea-Castalia, donde detectó edificios susceptibles de rehabilitación. Esas reformas se vincularon a las posibilidades que ofrecen las ayudas y los recursos públicos existentes. Asimismo, se viene desarrollando un proyecto pionero con la Fundación Apip-Acam, en el trabajadores en riesgo de exclusión reforman viviendas de particulares en situación de vulnerabilidad. Por el momento, acumulan 33 actuaciones.