CASTELLÓ. El concejal de Salud Pública, Luciano Ferrer, se ha reunido con Daniel Montel, presidente de la Asociación de Vecinos de la Marjaleria, junto con representantes del Coto Arrocero y los técnicos responsables, con el objetivo de ultimar el plan de acción destinado a combatir la plaga de mosquitos en Castelló.
"Ante la relevancia del problema de los mosquitos en nuestra ciudad, hemos explorado todos los mecanismos disponibles para abordarlo eficazmente. Nuestro principal objetivo está siendo adelantarnos a la plaga mediante tratamientos anticipados, garantizando así una mejora frente a una problemática que había sido descuidada por el anterior equipo de gobierno", ha señalado Ferrer.
Entre los temas tratados, cabe destacar que se está trabajando en la implementación de un mecanismo de comunicación directa entre vecinos y Ayuntamiento. Este sistema permitirá informar sobre solares abandonados con agua estancada, facilitando la aplicación de la Ordenanza de mosquitos. Asimismo, se ha propuesto la creación de un video para sensibilizar a la ciudadanía y solicitar su colaboración en la prevención de la plaga.
Otra de las cuestiones que se ha acordado es realizar sesiones formativas e informativas dirigidas a los vecinos de las zonas donde es más habitual que surjan mosquitos. "El objetivo de estas sesiones es que los vecinos conozcan todos los mecanismos que tienen a su disposición para combatir la plaga de mosquitos y sean conscientes de la importancia que tiene su colaboración", ha explicado Ferrer.
Cabe recordar que la concejalía de Salud Pública incrementará en un 26% respecto al año pasado el presupuesto destinado a la lucha contra los mosquitos, superando los 90.000 euros. En palabras del edil, "este aumento es lo máximo que hemos podido alcanzar en este primer año, pero la idea es seguir aumentando lo que sea necesario para erradicar esta problemática".
Ferrer también ha explicado que están estudiando con gran detenimiento todas las áreas sensibles de la ciudad para prevenir la proliferación de mosquitos en los próximos meses. En este sentido, cabe destacar que en enero se incorporó la zona del río Seco de la UJI en las labores de tratamiento, gracias al permiso obtenido de la Confederación Hidrográfica del Júcar.