La pandemia ha puesto contra las cuerdas a nuestra economía y más, si cabe, a nuestra principal industria en España, como es el turismo, que se ha tenido que enfrentar a unos episodios inimaginables y que ha llevado a no pocas empresas a cerrar la persiana, con lo que ello supone para el empleo y la ruptura de unos sueños que han saltado por los aires en apenas unos meses.
En este contexto de caos hemos podido comprobar cómo, a poco que se abre la mano a este sector, las empresas han podido darse un ligero respiro en un periodo estival que, si bien está lejos de los números precovid, han podido aguantar la brutal embestida con un ejercicio de responsabilidad digno de elogio. Según los números que se barajan a lo largo de este verano, la ocupación media en la provincia ha rondado el 75% en la costa, con una presencia mayoritaria del turista nacional.
Estos datos consuelan, pero lo hacen solo a medias, ya que las dosis de incertidumbre permanecen y más en un final de temporada que, si bien coincide con la desescalada de las restricciones por la covid, también lo hace con el regreso de quienes nos han estado visitando a lo largo de estos meses.
Porque la desestacionalización del turismo sigue siendo nuestra gran asignatura pendiente. Es, como así se ha demostrado una vez más, un activo que da riqueza y mano de obra, además de que Castellón tiene por delante un desarrollo en vías de explorar. En los últimos años se ha comprobado cómo el turista nacional es un elemento clave, pero denota que no ha habido los avances que a todos nos gustaría en cuanto a la internacionalización en un periodo en el que el marketing digital y la inteligencia de mercado vienen marcando interesantes pautas de comportamiento del viejo y nuevo consumidor.
"En este 27 de septiembre, Día Mundial del Turismo, debemos convencer y convencernos de que el turismo es nuestra principal industria".
Castellón, por fortuna, ofrece grandes atractivos para el turista nacional y extranjero. La provincia combina una amplia gama de posibilidades geográficas, culturales y medioambientales que permiten mostrar un amplio catálogo de atracciones. No me cabe ninguna duda de que, con un sentido innovador y con el carácter emprendedor de nuestra gente, sabremos sacarle el mayor partido, pero esa creencia deberá ser compartida por quienes tienen la llave de unas infraestructuras necesarias para nuestro desarrollo.
En este 27 de septiembre, Día Mundial del Turismo, debemos convencer y convencernos de que es nuestra principal industria y que, como cualquier factoría al uso, esta no debe apagar sus hornos para hibernar y sufrir las consecuencias de incómodos letargos. La desestacionalización es hoy tan urgente como lo fue ayer para un sector que parece estar condenado a la espera.
No debemos olvidar que el 10% de cada puesto de trabajo que hay en la Tierra está vinculado al turismo. Hay pocos sectores económicos en donde la globalización sea tan tangible. Y hay que decir que no somos más ni mejores que cualquier otro sector; pero tampoco somos menos que nadie, de ahí que en este Día Mundial reivindicamos, una vez más, nuestro lugar en la economía global.
"Todos hemos viajado o queremos viajar. Ese deseo, esa pulsión, es hoy una necesidad más de los seres humanos. Por eso el Día del Turismo es el día de todos".
Cuando hablamos de turismo siempre lo asociamos a la felicidad, al placer, por más que hoy el motivo último del viaje sea por ocio o por negocio. El turismo despliega sus efectos en el ámbito social, cultural y económico. Esto es una singularidad respecto al resto de sectores económicos que nos obliga a cuidar nuestra actividad, no solo como una fuente de subsistencia personal, sino como custodios de la transformación social y cultural que conlleva el viajar.
Todos hemos viajado o queremos viajar. Ese deseo, esa pulsión, es hoy una necesidad más de los seres humanos. Por eso el Día del Turismo es el día de todos. Y por eso, el futuro del turismo está garantizado, porque la búsqueda de la felicidad seguirá siendo uno de nuestros principales objetivos.
Son muchos los retos que tenemos por delante, hay muchas cosas que proteger, pero también que corregir. Nada está hecho, todo está en permanente transformación en nuestro sector; pero siempre ha sido así, y siempre, con ilusión y profesionalidad, hemos ido creciendo hasta convertirnos en uno de los motores del futuro económico del mundo. Así, de cara a este Día Mundial, mi deseo de ¡mucha felicidad para todos y mucho turismo para todos!
M. Dolores Guillamón Fajardo es miembro de la Asociación Networking Directivas Castellón; presidenta de la Cámara Oficial de Comercio, Industria, Navegación y Servicios de Castellón desde 2013; y empresaria del sector turístico.