(Foto: KIKE TABERNER) CASTELLÓN. Castellón sigue creando empleo... otra cosa es la calidad del mismo. A pesar de que, según los datos que acaba de ofrecer el Servicio Público de Empleo Estatal (el conocido como Sepe, antiguo Inem), ha caído la cifra de personas que en la provincia salen de las listas del paro, la afiliación a la Seguridad Social no cesa de crecer.
Y es que, aunque las 2.218 personas que dejaron de buscar empleo el año pasado a través de las oficinas del Sepe de la provincia suponen 1.400 menos que las 3.829 del 2017; la afiliación media -el indicativo que mide con menores altibajos este registro- señala que 7.662 personas pasaron en 2018 a cotizar a las arcas del Estado en el territorio castellonense. Y esta es la cifra más alta desde el 2006.
Ni más ni menos que 12 años hacía que Castellón no generaba tantas altas a la Seguridad Social. Pero, eso sí, los sindicatos advierten de que "no es oro todo lo que reluce", porque muchas de estas nuevas afiliaciones se deben a contratos por horas, indica el responsable de Empleo de CCOO en Castellón, Albert Fernández. De hecho, el secretario general de UGT en la provincia, Francisco Sacacia, señala que aproximadamente la mitad de estos nuevos cotizantes pueden estar trabajando de forma parcial. Sacacia recuerda un dato del mes anterior (ya que todavía no existe para el final del 2018), cuando "el 50% de los contratos indefinidos" eran parciales.
No en vano, el dirigente de UGT apunta que la inmensa mayoría de las 7.662 altas a la Seguridad Social corresponden a Servicios "y es el sector que tiene las peores condiciones de trabajo". En este sentido, Sacacia señala que este tipo de contrataciones, temporales y a tiempo parcial, mayoritarias en Servicios, "a quienes más perjudica es a las mujeres y a los jóvenes".
Por su parte, Fernández resalta que, aunque el año pasado aumentó el porcentaje de contratación indefinida, "esto no significa que esta sea a tiempo total ni que no sea precaria". A pesar de estas palabras, es destacable el incremento, en más de dos puntos porcentuales, de los contratos indefinidos respecto a los temporales. Así, mientras en el 2017 los contratos fijos supusieron el 11,17% del total, el año pasado los 32.888 vínculos laborales indefinidos que se firmaron en el territorio castellonense supusieron el 13,85% del global. A pesar del incremento, los 204.507 temporales todavía coparon el 86,15%.
Los contratos están directamente relacionados con la afiliación, que en la provincia suma ya cinco ejercicios de alzas continuadas. Tras los seis años de caídas (sobre todo tras el derrumbe del 2008 y el 2009, con 24.882 y 20.489 puestos de trabajo destruidos en Castellón), desde el 2014 las cifras de afiliación crecen. Y lo hacen a buen ritmo, si no se tiene en cuenta la parcialidad del empleo. En los últimos cuatro ejercicios, las comarcas castellonenses han sumado siempre más de 7.000 afiliados cada año. Y en 2018 marcaron un nuevo máximo tras la crisis, con las citadas 7.662 altas a la Seguridad Social, una cifra que hay que remontarse al 2006 para superarla (y por poco, ya que aquel año pasaron a cotizar 7.769 personas más).
Así, las comarcas castellonenses cerraron el año con 240.175 trabajadores inscritos en la Tesorería General del Estado. Una cifra que devuelve a los parámetros del inicio de la crisis. Concretamente, diciembre del 2009 acabó con 243.237 afiliados medios en la provincia, con lo que todavía hay camino por recorrer para volver a la situación anterior al 2008.
