VALÈNCIA. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, evidenció este martes que no tiene ningún interés en volver a asumir el control de todas las competencias tal y como ocurrió en los momentos más duros de la pandemia provocada por covid-19. Es más, el líder socialista puso sobre la mesa todas las herramientas del Ejecutivo para facilitar a las Comunidades Autónomas (CCAA) el autogobierno en la gestión de la crisis: un regreso al federalismo que ha proclamado -intermitentemente- en su trayectoria política pero que ahora parece cobrar un sentido especialmente estratégico.
Las CCAA serán las responsables de imponer el estado de alarma en la totalidad o parte de sus territorios a juicio de sus respectivos presidentes autonómicos. El propio Sánchez se encargó de recalcarlo este lunes: "Todas las autonomías tienen a su disposición esta herramienta legal en todo o en parte de su territorio", aseguró el también líder del PSOE, quien garantizó además el respaldo parlamentario de su grupo y de la "mayoría parlamentaria" del Congreso para los presidentes autonómicos que decidan dar el paso.
Es decir, el jefe del Consell, Ximo Puig, es el que tiene -y tendrá- la responsabilidad de decidir si la Comunitat Valenciana o parte de ella aplica el estado de alarma y las diferentes atribuciones que este recurso permite a los gobiernos que lo imponen. O lo que es lo mismo, Puig, al igual que por ejemplo Isabel Díaz Ayuso en Madrid o Quim Torra en Catalunya, deberán decidir si se lanzan a aplicar las restricciones que consideren necesarias incluido un hipotético confinamiento de la ciudad, comarca, provincia o autonomía que gobiernan.