Castellón Plaza

unido 45 AÑOS al verano de BENICÀSSIM, SE DESPIDE tras servir "más de un millón de pollos

Adiós a la Tasca el Pollo: "Todos los días me despido de gente que se va llorando

  • Fotos: ANTONIO PRADAS
Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

CASTELLÓ. "Todos los días despido gente que se va llorando... son 45 años". Antonio Almazán vive estos días con una sensación "agridulce". Afronta las últimas semanas al frente de la Tasca del Pollo, que cerrará para siempre a mediados de septiembre después de abrir sus puertas en marzo de 1977. A él le llega el merecido momento de la jubilación, pero se siente triste por sus empleados y clientes. 

Y no extraña, porque el establecimiento de la playa de Heliópolis es todo un clásico del verano castellonense. No son muchos quienes no han probado sus pollos a l'ast, de los que guarda celosamente la receta -"llevan mucho cariño", ironiza mientras esconde su secreto-, pero también sus patatas fritas, caracoles o tortilla de patata. Casi un ritual estival. "Hay mucha gente que me dice: hasta que no como en la Tasca el Pollo no he llegado a Benicàssim", apunta orgulloso.

Es lógico. A lo largo de estos 45 años, el establecimiento y sus rectores han llegado a establecer incluso vínculos afectivos. "Hay clientes que venían con los abuelos y los padres y ahora vienen con los hijos", recuerda. Por eso, sentencia rotundo: "No es un bar cualquiera". 

Dos máquinas de asar en sus orígenes

Eso lo puede comprobar todo aquel que se acerque al establecimiento, que no ha perdido la esencia original con la que nació hace ya más de 45 años. Fundado por dos familias castellonenses, fue una extensión natural de la pollería Martí, que en diciembre de 1975 abrió sus puertas en la castellonense calle Navarra. Ante el éxito, y como en verano "bajaba mucho el trabajo", recuerda uno de los fundadores, Toribio López, en marzo de 1977 abrió sus puertas la Tasca el Pollo en la playa de Benicàssim. 

Por aquel entonces solo contaba "con dos asadores de cuatro barras cada uno, no eran tan grandes como los de ahora", rememora Toribio, quien también remarca los orígenes humildes: "La barra, de madera, la montó un amigo carpintero, fue algo rápido". Lo necesario para poder abrir las puertas. Y a partir de ahí, a funcionar. 

Y de qué manera, hasta el punto de que en octubre de 1986 las familias propietarias se habían hecho ya con dos locales anexos, los que conforman el establecimiento actual, que cuenta con sótano para almacenar y preparar los pollos, la planta del restaurante y otra por encima para el descanso del personal. 

Predestinado

Un año después de su apertura se sumó al proyecto Antonio Almazán, por entonces estudiante de Magisterio que en verano obtenía, gracias a su trabajo en Benicàssim, una ayuda para sus estudios. Tras casarse, en 1982 decidió establecerse con su familia en Castellón. Y es que parecía predestinado: en su pueblo, Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), nació el patrón de Benicàssim, Santo Tomás de Villanueva. 

La trayectoria de Antonio está totalmente vinculada a la Tasca el Pollo. Mano a mano con las dos familias fundadoras, en 1988 aceptó el puesto de gerente del establecimiento a propuesta de los trabajadores; en 2004 pasó a ser socio de la empresa tras la jubilación de uno de los propietarios y en 2013 se quedó ya con el 100% de la firma tras la jubilación de la otra rama originaria. 

Recibe toda la actualidad
Castellón Plaza

Recibe toda la actualidad de Castellón Plaza en tu correo

Nules reprén el programa 'Vacances en Pau' i acull a xiquets i xiquetes sahrauís
El Castellón se presenta a su afición con un duelo ante el Valencia con sabor a centenario