CASTELLÓ. Una llegada masiva de importaciones de cítricos de Egipto a Europa resintieron en el mes de enero de 2024 las ventas de la fruta de Castellón y la Comunitat Valenciana, cuya rentabilidad se desplomó. En la actual campaña la producción egipcia se ha reducido y su menor presión ha permitido un respiro a los productores de la provincia, que están protagonizando una segunda "parte de campaña con normalidad y precios estabilizados", según resalta el sector.
"El año pasado los números de Egipto en Europa fueron inusuales; por un lado, porque tuvo una producción récord, y en segundo lugar, porque desvío partidas de Asia a Europa por el cierre entonces del Mar Rojo", recuerdan desde las organizaciones agrarias. Las naranjas de Egipto irrumpieron de golpe y en enero del año pasado sus pedidos habían crecido un 100% respecto a 2023, una diferencia que golpeó de lleno a la citricultura local, que registró un descenso importante de sus precios. Esta situación movilizó al campo valenciano, que convocó concentraciones en los puertos valencianos exigiendo la retirada de las boniificaciones fiscales que aplicaban en los cargamentos de cítricos de fuera.
Pero tras la tormenta de fuera de 2024 ha llegado en este ejercicio la calma y la competencia feroz de Egipto en el viejo continente no se volverá a repetir. Según indica un informe del departamento de Agricultura de Estados Unidos, la producción egipcia de cítricos -fundamentalmente naranjas- ha caído en 2024-2025 un 12% como consecuencia de un aumento de las temperaturas, lo que supone una merma de 500.000 toneladas frente a las 3,7 millones de 2023-2024. De hecho, desde el puerto de Castelló admiten que el tránsito de naranjas de Egipto ha comenzado "muy flojo" y con apenas arribadas de cargamentos.
Por su parte, un importador holandés, Van der Lans International, estima en Fresh Plaza una bajada de un 30% en las arribadas de naranjas de Egipto a Europa en la actual campaña, y menciona como causas una reducción de las subvenciones del gobierno del país norteafricano y un endurecimiento de los controles fitosanitarios en los mercados europeos.
Otras fuentes del sector exportador español apuntan que los altos precios internacionales que se están pagando por la naranja destinada a zumo (por la caída de la producción de Brasil a causa del HLB) "hacen pensar que este año se puede desviar un mayor porcentaje de su producción a la transformación y que las segundas o terceras categorías que el año pasado fueron a la UE este no lo hagan". También remarcan que la situación en el Mar Rojo ha mejorado respecto a 2024, cuando se cerró su tráfico por los conflictos bélicos en la zona, aunque agregan que sobre esta conexión todavía hay dudas, dado que, según explican, los resultados de las grandes compañías han aumentado un 20% por los desvíos alrededor del Cabo de Buena Esperanza, de ahí que los exportadores consultados desconfíen de que la ruta por el canal de Suez se vaya a normalizar a corto o medio plazo.
"Buenos precios en la naranja local y estable en mandarina"
El secretario general de la Unió Llauradora, Carles Peris, explica que el precio en la naranja se mantiene invariable "porque las importaciones de Egipto inciden aunque hayan bajado porque venden muy barato". No obstante, destaca que la campaña evoluciona estable, sin el drástico descenso de 2024, mientras en mandarina -que engloba las principales variadades de Castellón, "los precios están subiendo y está siendo buenos". La clementina sufrió en 2024 en este caso la competencia especialmente de Turquía, y este país también ha experimentado una disminución de un 17% de su aforo, según la previsión de la Organización Mundial de Cítricos.
De esta manera, añade Peris, la segunda parte de la campaña "está siendo positiva". La primera en Castellón ya marchó bien, con precios razonables y una producción en la clemenules mayor de la prevista por la Conselleria de Agricultura.
