CASTELLÓ. El goteo de interceptaciones de plagas en envíos de cítricos extracomunitarios no cesa. Según los últimos datos de la Comisión Europea, sólo en el mes de octubre se han contabilizado 27 detecciones de patologías como la mancha negra o el cancro de los cítricos, de las que una gran mayoría procedían de cargamentos del África meridional, más concretamente se han localizado cuatro casos en importaciones de Sudáfrica y hasta 13 de Zimbabue, país que limita al sur con la república sudafricana. 

El seguimiento que realiza la Comisión Europea para la interceptación de estos organismos nocivos con el fin de evitar su expansión en el continente europeo ha permitido localizar además casos en importaciones de países de Mercosur, como Brasil o Uruguay, que en los últimos años también han incrementado sus importaciones a la UE y que también suponen una amenaza desde el punto de vista fitosanitario, tal y como han denunciado reiteradamente las organizaciones agrarias. 

Así, el listado de interceptaciones de este mes de octubre suma un total de 17 casos de mancha negra (Phyllosticta citricarpa), detectados en envíos de Sudáfrica (4) y Zimbabue (13), a los que se suman 6 casos de la bacteria del cancro (Xanthomonas citri) en cargamentos de cítricos procedentes de Brasil (4) y Uruguray (2). A estos se añaden además cuatro casos del hongo causante de la sarna de los cítricos (Elsinoë fawcettii) procedentes de Indonesia (2) y Filipinas (2). 

Las organizaciones agrarias llevan años advirtiendo del riesgo que supone para la citricultura valenciana y española la detección de plagas procedentes de importaciones de países extracomunitarios. Esta misma semana, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), cuyos representantes se encuentran estos días en Bruselas manteniendo reuniones con responsables europeos, ha advertido del “inaceptable riesgo fitosanitario que entrañan las exportaciones citrícolas de Sudáfrica a la UE”. Con los cuatro casos detectados en octubre, Sudáfrica acumula un total de 17 interceptaciones de mancha negra en lo que llevamos de año. Además, desde AVA-ASAJA también han mostrado su sorpresa por el elevado número de casos de su país vecino, Zimbabue. Asimismo, los cítricos sudafricanos registran dos cargamentos infestados de la falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta), siendo una de las interceptaciones en un contenedor de naranjas, lo que evidencia que "el tratamiento en frío, que erradica la plaga, incumplió la normativa europea". Sudáfrica encabeza el ranking mundial de interceptaciones, solo por detrás de Argentina, país perteneciente a Mercosur, que contabiliza 24 detecciones en lo que llevamos de año.

Ante esta situación, AVA-ASAJA ha regresado de Bruselas con un mensaje de moderado optimismo tras mantener una intensa ronda de reuniones con representantes comunitarios. Según ha informado la organización en un comunicado, por primera vez, la Comisión Europea se ha mostrado dispuesta a estudiar las reivindicaciones del sector agrario valenciano en materia de lucha contra las plagas y enfermedades que están mermando la rentabilidad de las producciones.

La delegación encabezada por el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, se reunió con el gabinete del comisario europeo de Salud y Bienestar Animal, Olíver Várhelyi, responsable de los asuntos relacionados con plagas, enfermedades y uso de productos fitosanitarios. Según la organización, la Comisión “acogió con una sorprendente predisposición” medidas que hasta ahora habían sido sistemáticamente rechazadas, como las inspecciones en origen para evitar la entrada de plagas procedentes de países terceros o la autorización de nuevas técnicas genómicas (NTG) que permitan desarrollar variedades vegetales más resistentes.

Entre las propuestas trasladadas, AVA-ASAJA también reclamó que no se prohíban más materias activas sin disponer de alternativas eficaces y que se aplique el principio de reciprocidad entre la producción europea y la importada. “Lo que no se prohíba a países terceros no se puede prohibir a los productores europeos”, defendió la organización. En este punto, la Comisión reconoció que estudia precisamente ese principio: impedir la entrada de productos de fuera de la UE que no cumplan las mismas exigencias fitosanitarias y ambientales.

Además del encuentro con el gabinete de Várhelyi, la delegación valenciana mantuvo contactos con europarlamentarios, la Representación Permanente de España ante la Unión Europea (REPER) y la Dirección General de Agricultura (DG Agri).

Tras la ronda de reuniones, Aguado expresó su satisfacción por el cambio de tono en Bruselas: “Nos vamos con la sensación de que, quizá en un futuro no muy lejano, podamos contar con soluciones que equilibren la forma de controlar las plagas y enfermedades. La agricultura europea, y especialmente la mediterránea, sufre las consecuencias de la supresión de la mayoría de sustancias fitosanitarias que otros países sí pueden usar. Necesitamos que la Comisión, el Parlamento y el Consejo de Europa actúen con urgencia, o la crisis de rentabilidad se agravará y los consumidores dependerán cada vez más de alimentos producidos con menores estándares sanitarios y ambientales”.