CASTELLÓ. La campaña citrícola 2025/2026 ha comenzado en la provincia de Castellón con un escenario complicado para los exportadores. Aunque el menor aforo previsto auguraba una campaña corta y precios firmes en origen, el arranque de las ventas exteriores se está viendo condicionado por la sobreoferta en el mercado europeo y el elevado coste de la fruta en campo, según han confirmado a Castellón Plaza fuentes del sector.

El descenso de la producción, cifrado por la Conselleria de Agricultura en un 9,4% respecto al año pasado —hasta las 542.671 toneladas—, ha impulsado una subida de precios en el campo para las variedades más representativas de la provincia. En el caso de la clemenules, que concentra más de la mitad del volumen citrícola castellonense, las operaciones iniciales se han cerrado con valores un 30% superiores a la media de la última campaña, alcanzando picos de hasta 0,75 euros por kilogramo. También las clemenrubí, oronules, arrufatinas y marisol han registrado cotizaciones significativamente más altas que en ejercicios anteriores.

La menor disponibilidad de fruta ha provocado que las compras en origen se adelantaran más de un mes respecto a la campaña pasada. Desde finales de agosto y durante septiembre, operadores aseguraron suministros ante la previsión de una cosecha corta. Sin embargo, este encarecimiento inicial no está haciendo fácil la salida comercial de las primeras partidas en los principales destinos comunitarios.

A la presión de los precios se suma la coincidencia en los lineales europeos de las últimas mandarinas y naranjas procedentes de Sudáfrica, principal importador extracomunitario de naranjas a la Unión Europea, cuyo final de campaña se solapa con el arranque de la producción del hemisferio norte. El mercado comunitario mantiene aún un importante volumen de fruta sudafricana como las mandarinas tardías Tango, Nadorcott, Orri o Leanri, que compiten directamente con las clementinas y satsumas españolas más tempranas en las primeras semanas de exportación. Asimismo, las naranjas tardías sudafricanas, de la variedad Valencia, también compiten con las tempranas navelinas españolas en los lineales de los supermercados en este arranque de temporada. Aunque los cítricos valencianos ganan la batalla de la frescura en los mercados europeos, la fruta sudafricana compite con una apariencia externa atractiva para los compradores.

A pesar de que los productores sudafricanos de la Citrus Growers Association of Southern Africa anunciaron a mediados de septiembre el cierre adelantado de su campaña en las zonas de cultivo afectadas por la mancha negra, la realidad es que esta maniobra no incluía a las regiones de Cabo Occidental y Cabo Septentrional, donde se concentran la mayoría de explotaciones de variedades tardías, que ahora siguen inundando el mercado europeo. De hecho, los últimos datos de la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea, correspondientes a la campaña 2024/2025 confirman un fuerte crecimiento de las entradas de cítricos sudafricanos al mercado europeo. De octubre a septiembre, Sudáfrica suministró 463.263 toneladas, un 46% más que en 2023/2024. 

El resultado es un inicio de campaña aún lento, con precios elevados en origen que repercuten en las tarifas de exportación y una demanda exterior más cautelosa ante la abundancia de oferta extracomunitaria. 

En este contexto, empresas exportadoras de Castellón y de la Comunitat Valenciana reconocen un inicio de campaña “más difícil de lo previsto”. Desde la compañía valenciana Pons Redondo, especializada en cítricos tempranos, también se ha advertido de las dificultades derivadas del solapamiento con la fruta del hemisferio sur, tal como avanzó recientemente el medio especializado Fresh Plaza.

A medio plazo, el sector confía en que el mercado europeo absorba progresivamente el excedente de fruta sudafricana y se reactive la entrada de producción desde España, principal suministrador de cítricos en la UE. No obstante, el arranque de la campaña 2025/2026 deja de momento un equilibrio frágil entre la reducción de producción, el alza de precios y la competencia internacional, factores que marcarán el pulso de las exportaciones castellonenses en las próximas semanas.