CASTELLÓ. Las barcas de arrastre de Castellón han llegado a tiempo con el plazo marcado por el Ministerio de Agricultura y Pesca y prácticamente el 100% se han adaptado a la nueva malla. Se trata de una medida compensatoria que permite la Unión Europea para que el arrastre pueda faenar este año con los mismos 130 días de faena de 2024. La Cofradía Provincial destaca que desde este lunes -el plazo empezaba el 1 de junio-todas las embarcaciones han salido a la mar con el copo de 45 mm, que ha visto reducidas sus dimensiones con el objetivo de reforzar la selectividad en la pesca. No obstante, los pescadores de la provincia temen que de esta forma se produzca una merma de capturas y subrayan que en el primer día se ha constatado una disminución de un 30% de las mismas.

Desde la Cofradía explican que el impacto de esta actuación se verá a partir del mes de septiembre, pero en el arranque apuntan una posible disminución. El arrastre del Mediterráneo aceptó este cambio consciente de que era la única manera de conservar los mismos días de 2024 y garantizar su viabilidad ante el recorte de un 66% que inicialmente planteaba Bruselas. Al respecto, las sesenta barcas de arrastre de los puertos de la provincia disponen de la malla exigida.

El ministerio publica la orden de las subvenciones

El sector aguarda ahora la llegada de las ayudas públicas prometidas por el ministerio para costear esta medida. En este sentido, este lunes ha publicado en el Boletín Oficial del Estado la orden de las subvenciones destinadas al arrastre. El Gobierno ha ampliado hasta el 31 de julio la emisión de facturas por la demora en notificarse esta convocatoria. El departamento de Luis Planas ha previsto una línea de 1,6 millones y explica que esta subvención es compatible con otras ayudas siempre que la cantidad total no supere el 100% del coste de la malla -valorada en unos 700 euros-.

El ministerio recuerda en la resolución que España, para mantener los días de faena cumplimiento el acuerdo de Bruselas, ha optado por mejorar la selectividad de los artes de arrastre mediante el empleo obligatorio, para toda la flota española del Mediterráneo, de redes de arrastre con malla cuadrada de 45 mm en el copo para la pesquería de costera, y de 50 mm en el copo para la pesquería de profundidad.

Remarca que esta financiación quiere asegurar que la flota nacional "no se vea perjudicada por las nuevas obligaciones, y que la adecuación de su operativa sea presupuestariamente neutra para las embarcaciones concernidas". Añade que de esta manera  se garantiza que las embarcaciones afectadas "tengan la posibilidad de acceder a este cambio en las características de sus redes", al tiempo que se responde "a las necesidades de sostenibilidad de la flota, desde sus tres perspectivas: social, ambiental y económica".