CASTELLÓ. La primera tormenta del verano ha cogido este lunes por sorpresa a los habitantes de varios municipios del litoral castellonense que han visto cómo en apenas una hora se anegaban calles y bajos de los edificios y garajes.

Las intensas lluvias han encontrado como mejores aliados unos imbornales cuyo estado no daban abasto para canalizar toda el agua caída, lo que fue especialmente llamativo en municipios como Vila-real.

Fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos informaron de efectivos movilizados en el Parque de la Plana Baixa, especialmente en esta localidad, les Alqueries y Xilxes, especialmente. En total el agua caída superó los 60 litros por metro cuadrado en puntos como Vila-real y les Alqueries. Las previsiones de Aemet ya habían avisado de fuertes tormentas acompañadas de viento en puntos de la costa, mientras que a lo largo de la noche se volverán a producir en zonas de interior, con una situación de inestabilidad que tenderá a reducirse ya este martes.