CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló y la Conselleria de Educación han activado este jueves el primer paso para levantar el reivindicado edificio del instituto Crémor. El anuncio previo del contrato, publicado esta semana por la Dirección General de Infraestructuras Educativas, llegó al Pleno ordinario de octubre a través del portavoz del gobierno municipal, Vicent Sales, y a raíz de una moción por parte de Compromís para la "cesión inmediata" de los terrenos destinados a albergar el centro. Así pues, el documento detalla que el futuro inmueble supondrá una inversión de más de 10,9 millones de euros y ocupará una superficie construida de 8.340 metros cuadrados.

A tal efecto, el expediente marca el inicio del proceso para redactar el proyecto básico y de ejecución, así como la dirección y coordinación de las obras. El instituto se ubicará en la parcela de 11.700 m2, reservada por el Acord de Fadrell y situada en el Camí Vell de l'Alcora, en el cruce con las calles Venecia y otro vial de nueva creación, en el Raval Universitari. Concretamente, la actuación contempla un edificio con capacidad para 20 unidades de ESO, seis de Bachillerato y dos ciclos formativos con cuatro aulas específicas, además de una cafetería y espacios complementarios. Asimismo, la materialización del nuevo edificio para el instituto reservará espacio para futuras ampliaciones.

Siete meses para la redacción del proyecto

El contrato, licitado mediante un concurso público, se dividirá en varias fases. Por una parte, la redacción del proyecto ambiental y de ejecución, los estudios de seguridad, residuos y control de calidad, con un plazo de ejecución de siete meses y por 907.000 euros (IVA excluido). Después, una vez comiencen los trabajos, se encargará la dirección de obra e instalaciones. En total, el presupuesto estimado para estos servicios asciende a 1,1 millones de euros (IVA incluido). Entre los distintos aspectos técnicos y económicos, el procedimiento valorará la propuesta arquitectónica, las medidas de sostenibilidad ambiental y el uso de materiales sostenibles, además del precio y la experiencia del equipo facultativo. Así, se prevé que las obras puedan iniciar su tramitación durante el próximo año.

El nuevo centro educativo, que nació con el objetivo de descongestionar el instituto Bovalar a medida que el barrio universitario crecía en población, dará cabida a alrededor de 1.000 alumnos —600 de Secundaria, 210 de Bachillerato y 360 de Formación Profesional— que a día de hoy estudian en aulas prefabricadas. Después de las reivindicaciones del claustro de profesores y de la AMPA, que se manifestó a finales del curso pasado, el actual equipo de gobierno aceleró el intercambio de información con la Conselleria y avaló en la Junta de Gobierno Local a principios de octubre la concesión a i-DE, distribuidora de Iberdrola, para la instalación del suministro de energía eléctrica en la parcela.