CASTELLÓ. En 1928 abría sus puertas la Mercería Elías en Castelló de la mano de Rosario Safón. 97 años después, el emblemático comercio de la calle Colón baja la persiana por jubilación de su propietario, Antonio Prades, nieto de la fundadora, quien a sus 74 años ha realizado este viernes las últimas ventas de botones, cintas o ropa interior y se ha despedido de su fiel clientela. 

Mercería Elías, conocida también como 'Elietes', se suma a la retahíla de pequeños comercios tradicionales que han sucumbido a los nuevos tiempos y a los cambios que ha experimentado el sector de servicios minorista. "Hace 40 años la gente confeccionaba o se arreglaba mucho la ropa, y en la actualidad compra de usar y tirar. Los botones que antes se vendían en una semana ahora se consiguen sacar en tres meses", apunta Antonio Prades, quien también aduce que sus hijos no han querido coger el relevo "al tener sus propios estudios y buenos trabajos". Tampoco ha recibido, añade, el interés por un posible traspaso. "En este campo, alguien sin un conocimiento concreto en una mercería no se puede poner al frente ", señala.

En la última jornada, Antonio ha rememorado vivencias de la mercería. En 1939 ya constaba como propietario su padre, Elías Prades Safont, y luego recogió el testigo Antonio, su hijo. La tienda primero estuvo en un local de la misma calle Colón y en 1968 se adquirió y se reformó el actual y último emplazamiento. 

Hace años, antes de la llegada de las grandes cadenas con ropa low cost y el aterrizaje del comercio digital, la Mercería Elías era uno de los principales referentes del textil de la capital de la Plana. "Aquí venían a comprar de toda la ciudad y de la provincia", afirma Antonio, que subraya que "hace 50 años se desplazaban en verano unas turistas francesas a comprar  botones". "También venían conductores de autobús que llegaban del interior de la provincia, como Sant Mateu o Morella, con listas de encargos de los pueblos". 

La mercería mantenía en los últimos tiempos perfiles variados de clientes pese a la competencia, tanto gente mayor de siempre como más jóvenes interesados en ropa interior o pijamas. 

"El pequeño comercio lo tiene difícil"

El cierre de esta mercería se suma a las clausuras registradas en los últimos años de otras tiendas señeras del centro de la ciudad como Roses o Tejidos Guía. Antonio lamenta que "el pequeño comercio lo tiene difícil", por dos razones: la competencia de las ventas de internet y por lo que llama "dictadura de Bruselas". En este último caso se queja de las excesivas regularizaciones de la Comisión Europea. También critica que se mantenga un 21% de IVA en artículos de necesidad. 

A las 13.30 horas de este viernes Mercería Elías dio su último servicio. No han querido perderse sus últimos momentos compradores habituales de la capital y de municipios de la provincia. El establecimiento se quedará vacío en la calle Colón hasta que una persona o grupo inversor decida montar otro negocio; pero nunca volverá a proyectar la esencia de antaño que representaba este comercio casi centenario.