CASTELLÓ. 28 de abril. 12:35 de la mañana. Hora en la que lo que parecía un lunes cualquiera dejaba de serlo. España (también Portugal y parte del sur de Francia) se veía, de repente y sin esperarlo, sumida en un apagón eléctrico que dejaba inoperativo a prácticamente la totalidad del territorio nacional. Solo se salvaban Baleares y Canarias. Pronto, la incertidumbre comenzó a reinar en Castellón.

Empresas paralizadas, supermercados cerrados y comercios que querían bajar la persiana pero no podían hacerlo escenificaban el "caos controlado" que se estaba viviendo. También se registraron problemas de tráfico por el apagado de los semáforos. En algunos puntos, la Policía Local de Castelló comenzaba a regular la circulación.

"De momento es todo un caos, pero por suerte está bastante controlado", explicaban agentes de la Policía Local a Castellón Plaza. "Hemos activado un protocolo de concienciación y tranquilización ciudadana, para decirles que vayan con cuidado, que mantengan la calma y dejarles claro que esto es momentáneo, que se va a solucionar. Vamos a ayudar como podamos a los comercios y los agentes de movilidad ya están tratando de regular el tráfico en los lugares más conflictivos", seguían.

Empresas y pequeños comercios paralizados

El apagón general afectó a toda la población y dejó gente incomunicada y sin cobertura en sus dispositivos electrónicos (en la capital de La Plana el servicio comenzó a restablecerse sobre las 17.20 horas, pero en otros puntos de la provincia el corte continuó durante horas), pero, sin duda, las más afectadas fueron las empresas y los pequeños comercios. Las primeras, como mal menor, tuvieron que dejar de trabajar debido a la falta de luz. Las más afectadas, como puede ser el caso de las azulejeras u otras entidades industriales, sufrieron paradas en zonas de la cadena de producción.

Los segundos, por su parte, se encontraban ante el reto de bajar las persianas de sus establecimientos sin poder accionar el cierre electrónico. Algunos afortunados pudieron hacerlo manualmente, otros, desesperados, esperaban sentados a las puertas de sus negocios hasta que volviera la luz o encontraran una solución: "De aquí no nos podemos mover. El cierre eléctrico no va sin luz y, hasta que no vuelva o encontremos la forma de bajar las persianas manualmente aquí estaremos. Esperemos que todo se solucione cuanto antes", lamentaban algunos de los establecimientos de la calle Enmedio.

La industria, a la espera de cuantificar pérdidas

El apagón general que afectó al territorio nacional golpeó también al corazón de la industria castellonense: el sector cerámico. El director gerente de la Cámara de Comercio de Castellón, Javier Valls, explicaba que todavía es "difícil" realizar una valoración de las consecuencias del corte del suministro eléctrico sobre la industria local y el tejido empresarial en general. "La mayor o menor afectación depende en gran medida del tiempo de recuperación del suministro y parece que en nuestro territorio ya se está recuperando", afirmaba Valls a la hora del restablecimiento de la luz en la ciudad de Castelló.

En cuanto al sector cerámico -continuaba- "aunque mayoritariamente consume gas, todos los procesos están digitalizados y precisan de suministro eléctrico y, por tanto, indudablemente afectan en la producción, la logística y en las comunicacione".

De la misma manera se pronunciaba Carmelo Martínez, presidente de CEV Castellón: "Prácticamente, a partir del mediodía (hora del corte), la mayor parte de las fábricas han tenido que parar", indicaba.

En el sector de fritas y esmaltes, el impacto fue menor, puesto que pudieron mantener la actividad con grupos electrógenos. Para el presidente de la patronal castellonense calificó como "difícil" cuantificar el impacto del apagón, puesto que "todavía se está restaurando todo y hay problemas añadidos como caídas de internet. Todos los sectores han tenido que parar y se han visto afectados, falta cuantificar las pérdidas", añadía.

Supermercados cerrados… y los abiertos rezando por la vuelta de la luz

La incertidumbre provocada por el apagón también llegó a los supermercados, otros de los negocios más afectados, pues la gran mayoría de sus productos se conservan en frío. Algunos cerraron sus puertas. Otros las dejaron abiertas y optaron por conservar sus alimentos lo mejor posible a expensas del retorno de la luz.

"Esperemos que la luz vuelva pronto, pues así podemos pasar solo el dia de hoy. Ahora, lo que hacemos es bajar las persianas de las neveras para que se conserve el frío y, cada cierto tiempo, bajamos los productos de la tienda a la cámara frigorífica y, los de la cámara, los utilizamos para reponer en tienda. De esta forma, los vamos conservando lo mejor que podemos", contaba a Castellón Plaza el director de un supermercado de Castelló.

El lunes se apagaba y la luz no lo iluminaba. Tan solo cuando el suministro eléctrico regresó a Castelló pareció volver la normalidad a un día que fue de todo menos común. Ahora, empresas, comercios, supermercados y ciudadanos afrontan este martes 29 a la espera de comprobar cómo transcurrirá la resaca de lo vivido y deseosos de no volver a pasar por uno de los días más extraños que se recuerdan desde que llegara la pandemia.