CASTELLÓ. Compromís ha presentado este lunes en la Casa Gran de la calle Trullols de Castelló la campaña ‘IM-PACIENTS’, con la que pretende denunciar las demoras que sufre la ciudadanía a la hora de conseguir cita en los centros de salud y contraponer los datos oficiales del Consell de Mazón con la realidad de los usuarios. En el acto han participado el diputado de Compromís en Les Corts y portavoz de Sanidad, Carles Esteve; la diputada Verònica Ruiz; y el portavoz municipal, Ignasi Garcia.
Según los datos recogidos por la coalición, la media de espera para una cita en Atención Primaria en la provincia de Castellón es de 10,8 días, con puntos que alcanzan los 12 días, como en el centro de salud del Raval Universitari. En total, todos los centros superan los dos días recomendados por las sociedades científicas y un 67 % tardan más de una semana. “Pedir cita en el centro de salud se ha convertido en una carrera de obstáculos, con retrasos que ponen en riesgo la detección precoz de enfermedades y saturan las urgencias”, ha explicado Esteve.
El diputado ha recordado que, en el conjunto del País Valencià, hay 879 centros de atención primaria, de los cuales 487 ya superan los dos días de espera y 119 acumulan retrasos de una semana o más. “El conseller habla de demoras medias de cinco o seis días, pero la realidad que nos trasladan los vecinos y vecinas es que supera las dos o tres semanas. Esta distancia entre el discurso y la realidad es insostenible”, ha remarcado.
Garcia lamenta "esperas de más de un mes"
Por su parte, el portavoz de Compromís per Castelló, Ignasi Garcia, ha denunciado que “en la ciudad hay casos como el de una vecina del Raval que pidió cita el 25 de septiembre y se la han dado para el 28 de octubre. Un mes de espera para ver a tu médico de cabecera es una barbaridad”. Garcia ha recordado que “cuando la señora Carrasco estaba en la oposición exigía la apertura del consultorio de la Marjaleria o de un centro de urgencias en el Raval Universitari, pero ahora que gobierna ha abandonado todas esas reivindicaciones y guarda silencio ante el colapso de la sanidad pública”.
Además, el portavoz ha alertado de retrasos en pruebas diagnósticas como las mamografías, que pueden alcanzar los seis meses de espera, y ha insistido en que “mientras la ciudadanía espera, Carrasco sigue callando ante el deterioro de los servicios públicos”.
Asimismo, Esteve también ha hecho referencia a la nueva medida anunciada por el conseller Marciano Gómez, según la cual se establecerán incentivos económicos vinculados a la reducción de las listas de espera. El diputado ha advertido de que esta propuesta parte de un enfoque equivocado, ya que pretende reducir las demoras con consultas más cortas o con más carga de pacientes, y eso no resolverá el problema estructural de la atención primaria. “No lo decimos nosotros, lo dicen las propias sociedades científicas, que alertan de que este tipo de medidas no mejorarán la calidad de la atención”, ha añadido Esteve, quien ha agregado: “El conseller está llevando a cabo un desmantelamiento programado de la sanidad pública valenciana, y nosotros no nos quedaremos de brazos cruzados mientras eso ocurre”.
Un QR y las experiencias reales de los pacientes
La iniciativa ‘IM-PACIENTS’ está recorriendo municipios de todo el territorio valenciano para poner en evidencia la situación de colapso de la sanidad pública y dar voz a las personas afectadas. Mediante una tarjeta informativa que imita el diseño de la tarjeta SIP, Compromís invita a la ciudadanía a contar su experiencia real sobre las demoras en atención primaria. Esta tarjeta incluye un código QR que da acceso directo a un formulario alojado en la web de Compromís. Desde ahí, cada persona puede indicar cuándo pidió la cita, cuánto tiempo ha tenido que esperar y qué mensaje quiere trasladar al conseller de Sanidad.
“Cada testimonio que recojamos será enviado al conseller para que entienda qué está ocurriendo realmente en los centros de salud. No es una acción simbólica, es una manera de hacer llegar la voz de la ciudadanía a quien toma las decisiones”, ha detallado Esteve. “Nos comprometemos a hacerle llegar directamente cada uno de estos mensajes y, a partir de ahí, plantear las políticas que Compromís pondría en marcha si estuviera gobernando”, ha añadido el diputado.
Compromís ha recordado que la degradación de la sanidad pública no solo afecta a la calidad asistencial, sino que está llevando a muchas familias a contratar seguros privados, con cuotas medias de entre 600 y 750 euros anuales. “Eso no es libertad, es renunciar a un derecho que ya estamos financiando con nuestros impuestos”, ha concluido Esteve. Desde la formación han insistido en que la situación requiere responsabilidad y valentía política para defender una sanidad pública de calidad, cercana y universal, también desde los ayuntamientos.