CASTELLÓ. L'Antiga Valenciana tiene vía libre para reabrir el quiosco de Huerto Sogueros, que permanece cerrado desde hace cinco meses por un recurso Contencioso-administrativo de la anterior concesionaria. El juzgado falla a favor de los intereses del Ayuntamiento de Castelló, que reactiva el nuevo contrato de explotación por un periodo de cinco años. Aunque la conocida firma castellonense ya puede iniciar la actividad, todo hace indicar que lo hará a partir de septiembre. Al menos, así se desprende de la aceptación por parte de la Junta de Gobierno de la solicitud de devolución del canon abonado por la empresa de marzo a agosto por una cuantía de 12.750 euros.
La compañía ganó la licitación en noviembre de 2024. A mediados de enero de 2025, el equipo de gobierno avaló el resultado de la Mesa de Contratación. El acuerdo derivó en la firma del contrato antes de las fiestas de la Magdalena para regentar el templete hasta 2030. Sin embargo, casi coincidiendo en el tiempo el propio consistorio se vio abocado a decretar la paralización del cambio de gestor al conocer la existencia de un recurso ante el juzgado. Dicho escrito había sido interpuesto por la postrera adjudicataria, que igualmente se había postulado para retener la gestión.
Durante todo este tiempo, el templete de Huerto Sogueros ha tenido la persiana bajada, a la espera de la resolución judicial. Ahora, L'Antiga Valenciana podrá abrir su cuarto negocio en Castelló. La mercantil ya regenta desde años del quiosco de la Paz y la cafetería de Santa Clara. El otro establecimiento se ubica en el Paseo Buenavista del Grau.

- El templete cuenta con varias mesas y sillas -
- Foto: ANTONIO PRADAS
La mejor oferta de todas las presentadas
La empresa fundada por la familia Gamero se impuso en el concurso público al registrar la mejor oferta a juicio de la Mesa de Contratación. Al margen de presentar un canon muy por encima del recogido en el pliego (25.500 euros frente a los 19.000 euros), se comprometió a realizar mejoras en la instalación por un importe de 45.000 euros. Entre los cambios, se comprometió a renovar la pintura, incorporar más menaje (lámparas colgantes o cajón de elementos decorativos) y cambiar la identidad gráfica con varios rotulados, panel decorativo y vinilado de la puerta vaivén.
Asimismo, la compañía con tradición de churrería y heladería desde 1931 incluyó en su propuesta renovar el mobiliario exterior con 10 mesas bajas, 40 sillas y seis sombrillas. Por último, garantizó aumentar la calidad de las luminarias con iluminación LED, colocar sensores de movimiento en los baños e instalar Wifi gratuito para trabajadores y clientes.