BETXÍ. El desarrollo urbanístico del Sector Molí de l'Horta, que contempla la construcción de 304 viviendas en bloques de entre 1 y 4 alturas más planta baja, deberá esperar. El concejal de Medio Ambiente de Betxí, Alfred Remolar, admite que a día de hoy no hay ninguna empresa promotora interesada en urbanizar esos 31.516 metros cuadrados de suelo residencial para sacar un rédito inmobiliario.
El pleno municipal aprobó el Plan de Reforma Interior (PRI) de ese sector en febrero de 2023, en la etapa final de Remolar como alcalde de Betxí, aunque el proyecto urbanístico se empezó a tramitar en 2018. Está situado al este del casco urbano, entre la calle Virgilio Oñate, la avenida Mossèn Herminio Pérez, la avenida de Joaquim Dualde y el cauce del río Seco. Los terrenos son hoy de uso agrícola.
Además de las 304 viviendas, el PRI también reserva suelo para dos zonas verdes de 2.084 y 514 metros cuadrados, respectivamente. El consistorio ya aprobó en mayo de 2023 el pago de 105.196 euros por la expropiación forzosa de una vivienda unifamiliar situada en el tramo de tierra de la calle Virgilio Oñate, junto al río Seco, que impedía desarrollar una de las dos zonas verdes al estar fuera de ordenación.
La falta de empresas interesadas en promover vivienda nueva en Betxí va en consonancia con la leve evolución a la baja del padrón de habitantes. Desde el año 2010, cuando el municipio tocó techo con el récord histórico de 5.938 habitantes, la población ha ido menguando gota a gota, de forma muy lenta hasta quedarse en los 5.592 vecinos registrados el 1 de enero de 2024, según el dato más reciente del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Pese a ello, lo cierto es que el año pasado fue el que más transacciones inmobiliarias de vivienda contabilizó en Betxí, con 82. El precedente más positivo se remonta a 2007, cuando la cifra fue de 104. Solo entre enero y marzo de este año se registraron 25 compraventas, por lo que de seguir la tendencia se cerrará el año con cifras similares a las de 2007. Eso sí, con un matiz: la gran mayoría de operaciones inmobiliarias registradas el año pasado fueron de vivienda usada ya que solo 16 de las 82 propiedades vendidas fueron de nueva construcción.
Respecto a la vivienda protegida, las cifras son muy pobres. Desde el año 2007 apenas se ha construido vivienda pública en Betxí. De hecho, los dos últimos pisos protegidos se vendieron durante el primer trimestre de 2023. Hace, por tanto, más de dos años y medio en un contexto de precios disparados de la vivienda en alquiler.
Para paliar el gravísimo problema del difícil acceso a un techo en propiedad o en alquiler, una opción es que sea el propio Ayuntamiento quien promueva vivienda pública. Podría hacerlo en el solar de 450 metros cuadrados situado en el número 46 de la avenida de Joaquim Dualde que compró en junio de 2024 por 45.320 euros a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). Remolar asegura que en el seno del equipo de gobierno municipal "todavía no tenemos definido" qué uso se le dará a esa parcela, que curiosamente linda con el Sector Molí de l’Horta.