CASTELLÓ. La aplicación de la nueva tasa de basuras y su ajuste en las cuentas municipales sigue estando muy presente en la agenda económica de los ayuntamientos de la provincia. La entrada en vigor de la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, aprobada por el Gobierno central en cumplimiento de una directiva europea, ha llevado ya a los consistorios a retocar su fiscalidad en el actual ejercicio a fin de moderar el impacto de esta nueva tasa en la economía de las familias. La norma establece el principio de que “quien contamina, paga”, y exige que el coste de la gestión y el tratamiento de los residuos se cubra íntegramente mediante la tasa correspondiente.
En la práctica, esto se ha traducido en que los ayuntamientos que ya disponían de una tasa de residuos se hayan visto obligados a recalcularla para garantizar que cubre el coste total del servicio. Otros, como Vila-real, l’Alcora o Benicàssim, la han tenido que crear por primera vez. La aplicación de este nuevo recibo ya se ha hecho efectiva en 2024 y supone un esfuerzo adicional para los contribuyentes, algo que se mantendrá en el tiempo.
Conscientes de esta realidad, y para amortiguar el impacto en el bolsillo de los ciudadanos, los ayuntamientos aprobaron de cara al actual ejercicio diferentes bonificaciones y rebajas en otros tributos. Sin embargo, lejos de quedarse ahí, la mayoría estudia ahora nuevas medidas fiscales de cara a 2025 con el objetivo de seguir aliviando la carga de los vecinos. Vila-real ha sido el primero en dar el paso con el anuncio de una nueva reducción del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de entre el 2% y el 5%, después de haberlo rebajado ya un 2% en el actual ejercicio.
Revisión del IBI y bonificaciones
En el caso de Vila-real, los recibos de la nueva tasa de residuos comienzan a llegar a los hogares a partir de este mes de septiembre. El consistorio ha tomado como referencia los valores catastrales de los inmuebles para definir los tramos de la nueva tasa, de manera que los vecinos pagarán entre 118,39 y 224,35 euros, con una bonificación del 95% para las familias vulnerables. Conscientes de que en la actualidad el ayuntamiento no dispone de herramientas para asegurar el principio de que quien más residuos genere, pague más, ha optado por la fiscalidad progresiva por tramos y por paliar el impacto de la tasa con medidas adicionales como la rebaja del IBI. Además, el alcalde, José Benlloch, ha avanzado recientemente que también se baraja la posibilidad de establecer otras bonificaciones por uso del ecoparque, a fin de promover el reciclaje y la correcta gestión de los residuos.
El Ayuntamiento de Burriana, por su parte, tampoco descarta nuevos ajustes fiscales de cara al próximo ejercicio, aunque reconocen que el margen es "muy estrecho". El consistorio ya aprobó a finales de 2024 una bajada del IBI en un 2,4 % y del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica en un 2 %, como medida compensatoria por la subida de la tasa de basuras. Asimismo, se establecieron bonificaciones en dicha tasa por domiciliación así como a las familias numerosas y monoparentales, pensionistas y jubilados y también a los comercios. Según el concejal de Hacienda, Alejandro Clausell, las medidas activadas por el Ayuntamiento de Burriana "han compensado hasta en un 70% el impacto de la tasa en el bolsillo de los ciudadanos".
Benicàssim es otro de los municipios que en 2025 ha optado por reducir el IBI en compensación por la creación de la tasa de residuos. Concretamente, la rebaja fiscal ha sido del 2%, lo que supone medio millón de euros menos de coste para los contribuyentes. Esta localidad, al igual que Vila-real, se ha visto obligada a crear la tasa ya que hasta ahora el consistorio asumía con recursos propios el coste de la gestión y tratamiento de las basuras. En estos momentos, tal y como indican desde el ayuntamiento, se están girando los nuevos recibos y, por el momento, de cara al próximo ejercicio no se contemplan más exenciones fiscales además de las ya aprobadas. En este sentido, la ordenanza de la nueva tasa cuenta con distintas bonificaciones como el 75% para familias en situación de vulnerabilidad y del 5% para las domiciliaciones bancarias.
El mismo porcentaje de rebaja que Benicàssim - un 2%- ha aplicado también el Ayuntamiento de Almassora como contraprestación por la subida de la tasa de basuras. Una medida que se ha reforzado con la bonificación del 15% a los contribuyentes que, a través una declaración responsable, se han comprometido a separar los residuos y depositarlos correctamente en los distintos contenedores. En el actual ejercicio, el Ayuntamiento de Almassora ha registrado un total de 2.570 solicitudes para adherirse a este programa de Inspección Técnica de Residuos (ITR) y conseguir la bonificación. Además, fuentes municipales reconocen que están en estudio más medidas adicionales que ayuden a los vecinos a reducir el coste de la tasa e incluso no se descarta otro ajuste en la contribución.
En l'Alcora, localidad que también ha implantado por primera vez la tasa, la rebaja del IBI se avanzó en el tiempo, en previsión de la futura llegada de este nuevo gravamen. Así, ya en 2024 se aplicó una revisión a la baja del 10% en la contribución, "una reducción importante", tal y como remarcan desde el Ayuntamiento que sitúa a l'Alcora como uno de los municipios con una menor presión fiscal por el IBI de la provincia. Con todo, de cara a 2026 el consistorio estudia implantar el pago fraccionado y la aplicación de nuevas bonificaciones a las familias más vulnerables.
En Onda, el consistorio ha apostado por las bonificaciones, con el 50% para familias monoparentales, numerosas y en riesgo de exclusión. Además, desde el Ayuntamiento recuerdan que se mantiene la rebaja del 15% en el IBI aprobada en la pasada legislatura y que de cara al próximo ejercicio estudiarán la aplicación de otras bonificaciones dirigidas sobre todo a las industrias de la localidad.
Otros ayuntamientos como la Vall d'Uixó han optado por fijar la tasa más reducida posible para las viviendas, que se sitúa en 57,80 euros, la cifra más baja entre municipios del tamaño de la Vall. La ordenanza incorpora bonificaciones para familias vulnerables, pequeños comercios y locales de hostelería que donen excedentes alimentarios a entidades sociales. Asimismo, prevé exenciones para viviendas y empresas que acrediten la gestión de parte o la totalidad de sus residuos a través de gestores autorizados. En el caso de Vinaròs, que ya contaba con tasa de residuos pero ha debido ajustarla para adaptarse a la nueva normativa, el Ayuntamiento apostó por introducir medidas fiscales para amortiguar este impacto: así, aprobó la congelación de la tasa para las familias vulnerables y una rebaja del IBI rústico y urbano del 3,5%, además de una bonificación adicional para las familias numerosas
El efecto de la tasa de basuras en Castelló
En el caso de la capital de la Plana, la entrada en vigor de la tasa de basuras, conocida como el 'basurazo', forzó al Ayuntamiento de Castelló a aplicar una subida notable durante este ejercicio en los tres tramos que establece la ordenanza municipal. Concretamente, el aumento no ha sido lineal, sino que se ha calculado según el valor catastral de la vivienda. Así, para las viviendas tasadas en los 63.656,95 euros, el importe asciende a 165,78 euros, mientras que en las valoradas entre 63.656,95 y 79.214,69 euros, la suma se establece en 193,42 euros. Por último, el recibo de los pisos tasados en 79.214,69 euros o más llega a los 202,62 euros.

- Un usuario deposita enseres en el Ecoparque de Castelló -
- Foto: ANTONIO PRADAS
Con el objetivo de amortiguar el efecto de la crecida impositiva, que este año comportará una anómala recaudación de 9,3 millones de euros, el consistorio estableció una serie de bonificaciones. Las deducciones, que se aplicarán en 2026, se establecen por acudir a los ecoparques —tanto el fijo como los móviles— a depositar cualquier tipo de enseres. Particularmente, la reducción obedece al número de visitas: de tres a seis anuales, la rebaja se sitúa en el 30 % de la tarifa y, a partir de siete, la bonificación crece hasta el 50 %. En este sentido, según desveló el pasado mes el concejal de Hacienda, Juan Carlos Redondo, el Ayuntamiento contabilizaba más de 97.000 visitas en lo que va de año a la planta de reciclaje. Por otro lado, Castelló avanza paulatinamente en la confección del presupuesto del próximo ejercicio, que prevé aplicar una nueva bajada de impuestos.