CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Nules va a llevar a cabo una importante inversión en la villa romana de Benicató. El consistorio, en el marco de Plan de Recuperación, Transformacion y Resilencia, financiado por la Unión Europea con cargo a fondos Next Generation, va a destinar 2.687.894 euros (IVA incluido) en tareas de excavación, consolidación y musealización del yacimiento arqueológico.
El plazo de ejecución de las actuaciones será de 5 meses y las empresas tienen de plazo hasta el 11 de noviembre para presentar sus ofertas. El contrato está dividido en dos lotes, uno destinado a los trabajos de arqueología y valorado en 1.223.915 euros (IVA incluido), y otro orientado a a las actuaciones de arquitectura tasado en 1.463.979 euros (IVA incluido).
El emplazamiento se halla localizado en la parte sureste del término municipal de Nules, a unos 2,5 kilómetros del núcleo urbano y a 3 kilómetros de la costa, rodeado de campos de naranjos y algunos olivos. El objetivo de la actuación es la puesta en valor los bienes patrimoniales de la villa romana para su posterior uso turístico y, más allá de las tareas de excavación, se prevé construir un Centro de Interpretación para la instalación de una zona de museo y de un pequeño almacén arqueológico.
Entre las actuaciones previstas, están las siguientes: el derribo, desbroce, limpieza y preparación del yacimiento; la excavación arqueológica en extensión del yacimiento; la consolidación y conservación de las estructuras halladas, así como de todos aquellos elementos, muebles, materiales y elementos cerámicos; el mantenimiento y conservación en las estructuras existentes; la puesta en valor, interpretación y musealización del yacimiento; la divulgación del conocimiento y los datos obtenidos y la puesta en marcha de publicaciones, exposiciones, actividades educativas y visitas guiadas; y, por último, el desarrollo sostenible del entorno.
Vista de la villa romana de Benicató
Todas las obras, tal y como recoje el pliego de prescripciones técnicas de la actuación, deberán realizarse evitando la alteración visual del entorno natural, con materiales que minimicen al máximo el impacto de la intervención, la huella de carbono, que cuenten con el mayor grado de reversibilidad posible y, sobre todo, con técnicas no agresivas para el Bien de Interés Cultural (BIC).
Un emplazamiento histórico y descubierto en 1883
Las primeras noticias sobre la villa romana de Benicató se remontan a 1883, cuando unas explanaciones agrícolas pusieron al descubierto restos arqueológicos. En 1994, la transformación del secano en regadío estuvo a punto de destruir por completo el yacimiento y, en 1995, se llevó a cabo la primera excavación arqueológica en el emplazamiento.
Posteriormente, se realizaron nuevas obras de consolidación del yacimiento en 1985, 1986 y 1999 y, desde entonces y hasta 2018, no se realizó ninguna actuación más. En 2022 se llevó a cabo una intervención de prospección arqueológica y se piensa desde ese momento que la parte visible en la actualidad solo representa una parte menor del emplazamiento, por lo que ahora se quiere extender el conocimiento del bien, abrir la zona excavada, y estudiar y mejorar uno de los recursos turísticos más reconocibles de Nules.
