CASTELLÓ. El nuevo Plan Especial de Protección del castillo del Boí, del ermitorio de San Bartolomé del Boí y de su entorno natural permitirá darle un uso hotelero a la hospedería, al Mas del Boí y a la antigua edificación residencial situadas en Vistabella. El documento, ya en vigor, zanja el viejo debate entre quienes consideran que es muy positivo potenciar la llegada de turistas y las pernoctaciones en este paraje histórico y quienes opinan que la eventual apertura de un hotel y un restaurante afectará negativamente a los valores ambientales de este enclave montañoso situado a medio camino entre Vistabella y Vilafranca.
El alcalde, Jordi Alcón, explica que la posibilidad de impulsar algún negocio hotelero y hostelero solo pretende “abrir el abanico de opciones para promocionar turísticamente esta bonita zona rural”, si bien a día de hoy no hay ningún proyecto privado concreto sobre la mesa.
El Plan Especial no solo incluye el castillo en ruinas, la ermita, la masía y la antigua hospedería de San Bartolomé del Boí. También abarca el acceso empedrado, los muros de piedra en seco, el camino histórico de entrada al castillo y el camino de Vistabella a Culla, donde se celebran peregrinaciones ancestrales.
El eventual desarrollo turístico de este paraje no incluirá la colocación de paneles solares fotovoltaicos en el tejado de los edificios históricos, que el nuevo Plan Especial prohíbe de forma expresa.
Protección de la iglesia
La Generalitat también ha activado el nuevo Plan Especial de Protección de la Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora y del castillo y las murallas de Vistabella. En este caso, se distingue el ensanche de las zonas edificables del casco histórico y se incluye el depósito de agua del castillo.
- Plan Especial de protección de la Iglesia Parroquial.
También se protege la ermita de Nuestra Señora de Loreto y la Casa Polo-Bernabé mediante una ordenanza específica para la fachada y el entorno. Además, se consagra como zona arqueológica una parte de los 49.208 metros cuadrados de suelo del Plan Especial y se prohíbe edificar en espacios como las Eres de Troia. Por último, se regula la colocación de toldos, marquesinas, pavimentos, mobiliario urbano y arbolado. El documento en vigor obliga a eliminar las barreras arquitectónicas y prohíbe la publicidad exterior.
La restauración de Sant Joan
La activación de estos dos planes especiales llega en un momento clave en el proceso de restauración del tercer tesoro histórico de Vistabella: el santuario de Sant Joan de Penyagolosa. El alcalde admite que las obras “están bastante paradas” aunque confía en que culminen dentro de un año. “Falta ejecutar una parte de la instalación subterránea de luz, de la red de abastecimiento de agua potable, de la red de fibra óptica y de la conexión con la depuradora”, enumera Alcón.
Sí se dispone ya de la propuesta de deslinde de un tramo de 2 kilómetros del Cordel del Camino de Vilafranca a Sant Joan y del Camino de Vistabella a Benassal, que discurre por los alrededores del santuario. El objetivo es desviar la vía pecuaria para alejarla de las proximidades del ermitorio y del Aula de la Naturaleza y que, de esa forma, no interfiera en las obras de rehabilitación del santuario y del refugio de montaña.
La Generalitat se vio obligada a variar el trazado propuesto en un principio tras un informe negativo de la dirección del Parque Natural al entender que no garantizaba el tránsito ganadero, invadía rutas senderistas y ocupaba una parte de la zona de operaciones de las brigadas forestales del Penyagolosa.
