CASTELLÓ. La concejala de Vox en el Ayuntamiento de Almassora, Elena González, ha registrado este jueves oficialmente su baja del equipo de gobierno y su renuncia a todas las competencias que ostentaba. González abandona el ejecutivo al mantener el PP en el mismo a los dos ediles tránsfugas de la formación de Santiago Abascal. Tras su marcha, el equipo de María Tormo gobernará con una minoría de 10 concejales, a uno de la mayoría absoluta, y se verá obligado a negociar con la oposición del PSPV y Compromís. 

La única regidora destaca que pasa a ejercer "una oposición seria y responsable, alejada de traidores, engaños, mentiras y artimañas, defendiendo los valores y principios con los que fue elegida por los vecinos de Almazora. Lo dijimos desde el minuto uno; Vox no gobierna con traidores”, afirma. 

Emprende esta salida  tras la decisión del gobierno de mantener en sus puestos a los dos ex regidores de Vox, que ahora forman parte del grupo de no adscritos. Vox había exigido su destitución tras romper con la formación, un órdago que la alcaldesa se negó a secunsar. 

Al respecto, la presidenta provincial de Vox Castellón, Llanos Massó, denuncia "la grave situación política que atraviesa el Ayuntamiento de Almassora tras la negativa de la alcaldesa, María Tormo (PP)".  "Durante los últimos días, Vox ha exigido con firmeza la modificación del decreto de delegaciones para que los dos concejales que rompieron con el partido dejaran de formar parte del equipo de Gobierno. Sin embargo, y pese a haber transcurrido ya tres días desde dicha exigencia, la alcaldesa ha optado por mantenerlos en el Ejecutivo municipal, rompiendo de facto el Pacto de Gobierno suscrito únicamente con Vox", según fuentes del partido.

“La señora Tormo ha decidido gobernar con tránsfugas que han traicionado a los vecinos de Almazora y estafado a sus votantes. Ha roto el pacto que firmó con VOX y ha elegido a quienes usurpan unas actas que no les pertenecen ni moral ni éticamente con el único objetivo de mantenerse en el poder y tener un sueldo”, critica Massó. 

Massó califica la situación como una “degradación democrática”. Y añade: “Es inadmisible que se siga gobernando con personas que, tras ser elegidas bajo unas siglas, decidan actuar por libre y mantener su acta, traicionando el proyecto político por el que fueron votados”.

Massó remarca que "el comportamiento de la alcaldesa (PP) supone una deslealtad institucional grave y un menosprecio al electorado. Nuestra concejal actuará desde la oposición con firmeza frente a un Gobierno ilegítimo e indigno del municipio. Almassora no se merece esta situación. Exigimos una reflexión inmediata por parte de la alcaldesa y reiteramos nuestra petición a los dos tránsfugas para que entreguen sus actas. La voluntad de los votantes debe ser respetada”.