VALÈNCIA. Los máximos responsables de Emergencias de la Generalitat Valenciana han señalado la falta de información sobre el desbordamiento de barrancos el día de la Dana en el Cecopi. Así, hasta ahora han señalado directamente a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) como responsable de no ofrecer información sobre el súbito aumento del caudal que experimentó el barranco del Poyo y que acabó cobrándose la mayoría de las víctimas de la tragedia, en l'Horta Sud.

Sin embargo, aunque el organismo de cuenca incumplió sus protocolos al enviar un correo electrónico tardío, lo cierto es que su Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) ofrecía el registro de caudales casi en tiempo real. Una información que, sin embargo, los técnicos de Emergencias no estaban mirando aquel día. Al menos así lo ha reconocido el subdirector general de Emergencias, Jorge Suárez, en su declaración como testigo ante la jueza de la Dana este jueves y a preguntas realizadas por la Fiscalía. 

"La sala de emergencias no hace uso de los datos de la web del SAIH", ha admitido el subdirector general, que es el técnico de mayor rango dentro del organigrama de la Conselleria de Interior, dirigida entonces por Salomé Pradas. Así, Suárez ha explicado que los técnicos de la conselleria "solo" seguían los datos de caudales a partir de "lo que les envían a través del correo electrónico o llamadas". Aquel día, la CHJ envió el ya famoso correo electrónico de las 18.43h advirtiendo de que la subida en el barranco del Poyo estaba siendo “muy rápida” y se habían superado los tres niveles de aviso alcanzando los 1.700 metros cúbicos por segundo.

Otra de las cuestiones es, precisamente, por qué esta información del correo electrónico nunca llegó al Cecopi, donde los máximos responsables tenían que adoptar las medidas de autoprotección a la población. Los dos investigados, Pradas y el entonces secretario autonómico de Emergencias Emilio Argüeso, y todos los testigos han confirmado que aquella tarde en el Cecopi no se mencionó en concreto el barranco del Poyo, tampoco el propio presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, que pese a tener la información y considerar que era un caudal de desbordamiento, no avisó porque pensaba que Emergencias era conocedora de la situación, según explicó en su testifical.

¿Qué ocurrió con ese correo? Uno de los técnicos de la Generalitat Valenciana confirmó que dicho correo sí llegó al centro de emergencias pero no al Cecopi sino a una sala contigua donde había varios técnicos, dependientes orgánicamente del subdirector de Emergencias, Jorge Suárez. En su declaración, el subdirector ha dicho que a él no le trasladaron ese correo sobre el barranco del Poyo. "No fui consciente", ha proseguido. De manera que todo apunta a que el aviso por correo se 'perdió' en aquella sala técnica.

Una técnico de aquella sala confirmó haber visto el correo de la CHJ pero negó haberlo abierto. "Dije que había un correo pero no recuerdo que lo abriera", aseveró en sede judicial según fuentes presenciales, según las cuales la operadora dijo desconocer si otro trabajador en la sala entró a ver el mensaje de advertencia. De hecho, relató que en la sala no oyó mencionar el barranco del Poyo.