VALÈNCIA. El expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps tiene clara su hoja de ruta: quiere ser candidato de las próximas elecciones autonómicas bajo las siglas del Partido Popular para obtener una victoria por mayoría absoluta. Una tarea que se antoja difícil, tanto por los procesos internos que deberían producirse para que Camps volviera a liderar el PPCV y fuera candidato a los próximos comicios, como por la aritmética parlamentaria con la irrupción de Vox. 

"Admiro su optimismo", expresó esta misma semana el president de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca, en relación a los objetivos de Camps. Una frase a la que el expresidente respondió: "No soy optimista, soy realista". Con esta premisa, Camps compareció este jueves ante los medios de comunicación para exponer y defender una realidad propia: "Estoy convencido de que la candidatura podría lograr una mayoría absoluta", señaló en una rueda de prensa en la que ofreció unas pinceladas básicas sobre su proyecto político y presentó un organigrama de campaña compuesto por 20 figuras, entre las que figuran algunos exdirigentes populares (José Miguel Tolosa, Mateo Castellá o Antonio Ardid), así como otros perfiles más alejados de la política o más jóvenes.

Un PP de mayorías absolutas

"Si alguien parte con la idea de que no va a ganar es imposible que lo consiga", consideró Camps, que abogó por que el candidato del PP a las próximas elecciones autonómicas transmita que una mayoría absoluta "es posible". El expresidente se erigió como el líder, que, a su juicio, necesitan los populares para regresar a escenarios como el del año 2011, en el que consiguieron revalidar su liderazgo con una mayoría absoluta. Camps defendió su trayectoria al frente de la Generalitat y su experiencia como delegado del Gobierno y en el Ayuntamiento de València: "No encuentro ningún otro compañero que tenga este bagaje", aseguró.

Para este cometido, dijo contar con un "proyecto preparado" para un "nuevo liderazgo del Partido Popular" valenciano. En este sentido, trató de mostrar una imagen ligada a la solvencia electoral y recordó que las mayorías absolutas del PPCV en 1999 y 2011 fueron la antesala de las victorias a nivel nacional. Una gesta que aspira a repetir en 2027 para que el centro derecha "vuelva a tener un gobierno estable" sin estar "pendiente de otro partido", como ocurre actualmente con la formación que dirige Santiago Abascal. "En democracia se pueden tener muy buenas ideas y los mejores proyectos, pero si no hay aritmética parlamentaria, no hay gobierno", sentenció. 

Pide un congreso y contempla cualquier escenario electoral

Camps recordó que existen tres "caminos" para ser nombrado presidente del PPCV: ser nominado por el presidente y secretario general del partido a nivel nacional, un congreso con compromisarios o un congreso abierto a la militancia. Todo y asegurar que su candidatura "trabajará" para hacer ver a Alberto Núñez Feijóo y Miguel Tellado que el "mejor candidato" es él, remarcó que su deseo es un congreso abierto a la militancia, "sin límite alguno" para votar, en el que "se renueve el discurso" de la formación. "El que se tiene que actualizar es el PP", apuntó Camps, que fue tajante en este punto: "Yo quiero el tercer escenario y que las elecciones sean en 2027. Las elecciones tienen que ser en el momento adecuado y creo que tenemos que agotar la legislatura, pero estoy preparado para cualquier escenario". 

En esta línea relató un "modelo para lanzar la Comunitat Valenciana hacia adelante" para la Comunitat Valenciana basado en cuatro premisas: agua, financiación, infraestructuras y seguridad. A ello se le sumó el empleo y la vivienda, "dos paradigmas" que, a su forma de ver, están entre los primeros intereses de la ciudadanía. También abogó por mostrar una postura más fuerte ante el Gobierno de España para que las decisiones del Ejecutivo central "pasen indefectiblemente" por aquello que necesite la Comunitat Valenciana.

"Desde el punto de vista del proyecto, lo tenemos mucho más avanzado que nadie", consideró Camps, que defendió que en estos momentos no hay "ni un solo militante que diga que quiera ser presidente del partido o el próximo 'president' de la Generalitat": "Soy el único que lo dice abiertamente, que dice que tiene un modelo de futuro y el único que dice que puede ganar por mayoría absoluta".

Apela a una movilización masiva de la militancia

El expresidente centró buena parte de su discurso en relatar aquellas cuestiones que, a su forma de ver, deben cambiar en el PPCV. A su juicio, el partido ha "invertido la pirámide" en los últimos años: "Antes tenía una amplia base de militancia y arriba en la jerarquía iban constituyendo estructuras orgánicas. Hoy en el PP hay muy pocos militantes para la cantidad de responsabilidades políticas que se ha ido asumiendo".

Camps abogó por "abrir de nuevo las sedes" para dinamizar el papel de la militancia y de la sociedad en su conjunto. Se mostró especialmente crítico en este punto al criticar que los populares contaban con una sede por distrito en la ciudad de València, algo que debería volver a producirse porque "el PP ha sido siempre un partido de militantes". 

"Hay que volver a hablar con toda la gente de manera sectorial y cercana", expresó Camps, que aseguró que, de llegar a la Presidencia del PPCV, se llevarán a cabo una serie de conferencias sectoriales para "hacer una suma de ideas, propuestas y exigencias" para que el PPCV "vuelva a ser el partido que lidere la Comunitat Valenciana". 

Pese a las dificultades para poder conseguir su cometido, descartó de manera tajante poder concurrir a las elecciones bajo el paraguas de otra formación política. "Yo he construido, junto con mucha más gente, este partido desde sus cimientos, desde que era un joven estudiante de Derecho", rememoró, antes de sentenciar: "Es mi partido, no quiero otra cosa". Camps remarcó que no hará "nada que se salga de lo normal y lo coherente" y auguró que "algún día alguien de Génova me llamará y me preguntará cuál es mi modelo". 

Dardo a Pérez Llorca: "Era mano derecha de Mazón"

Camps fue nuevamente crítico con Pérez Llorca y con el expresidente Carlos Mazón. Preguntado por las valoraciones del actual jefe del Consell sobre la dimisión de Mazón, apuntó que Pérez Llorca "era su secretario general, su mano derecha". "Mazón fue el que eligió personalmente a Llorca", remarcó Camps, que lamentó no haber tenido "la ocasión" de hablar con ninguno de los dos presidentes sobre sus aspiraciones políticas, aunque consideró: "Toda la dirección del partido siempre ha tenido conocimiento expreso de lo que he venido haciendo, porque ha sido todo público y notorio". 

Mientras que, cuestionado por cómo valora que sus ideas no sean atendidas por la dirección del PPCV, evitó dar una respuesta clara: "No puedo darla, soy un militante disciplinado y, cuando alguien me pregunte, contestaré en el ámbito que corresponde. Tengo la respuesta argumentada con datos, pero la tengo que hacer donde corresponde, cuando alguien me pregunte, pero no es una cosa agradable de escuchar".