VALÈNCIA. El nuevo presidente de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca, ha iniciado su mandato con una intensa agenda repleta de citas y gestos significativos con el objetivo de mostrar sus credenciales como máximo responsable autonómico. Prueba de ello son las dos visitas realizadas en apenas unos días a dos de las localidades consideradas parte de la zona cero de la Dana como Paiporta y Picanya y, en el horizonte, ya aguarda la reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que tendrá lugar el próximo miércoles 17 de diciembre.

No obstante, en paralelo a esta actividad institucional, existe también una hoja de ruta dentro del PPCV que también exige atención por parte de Pérez Llorca. El jefe del Consell recibió, no sin ciertas dudas, la bendición de Génova para convertirse en el nuevo inquilino del Palau en sustitución de Carlos Mazón. Ahora bien, este paso también debe ir acompañado de un reconocimiento orgánico que permita apuntalar el liderazgo institucional que goza como presidente de la Generalitat.

El objetivo de Pérez Llorca en los próximos días, tal y como él mismo ha admitido en público, es la de abordar una nueva configuración de la cúpula del partido antes de que termine el año. Así, la lógica indica, cualquier otra decisión significaría debilitarle en su posición institucional, que el nuevo jefe del Consell se convertirá en el líder de la formación popular a Mazón.

La fórmula empleada, como ya informó este diario, no será la celebración de un congreso del partido, la forma más natural y estatutaria, sino probablemente la elección de la nueva propuesta mediante el Comité Ejecutivo con ratificación posterior de la Junta Directiva Regional, un método que ya se utilizó para que Alberto Fabra relevara a Francisco Camps en 2011.

Pero este no debería ser el único cambio. Pérez Llorca ocupa actualmente el puesto de secretario general ('número dos') del PPCV, cargo de especial relevancia que quedará vacante con su ascenso a la presidencia de los populares valencianos. Así pues, deberá escoger a un dirigente que le sustituya en tan privilegiada e influyente posición.

Es aquí donde Pérez Llorca se enfrenta a una decisión complicada en la que no resulta fácil contentar a todos los sectores del partido. Desde el entono del presidente provincial del PP de Valencia, Vicente Mompó, admiten que, a su modo de ver, el nuevo 'número dos' del partido debería pertenecer a esta demarcación. 

Cabe recordar que el también presidente de la Diputación, además de mantener el pulso del partido en la provincia en momentos difíciles como la posdana, ha sido un aliado sólido de Mazón y Pérez Llorca desde que alcanzaron la cúpula del PP. Más aún, Mompó estuvo en la operación de salida del presidente de la Generalitat como posible opción de relevo para el liderazgo autonómico, posibilidad que Génova rechazó.

Sin embargo, tal y como informó este diario, esta buena sintonía evidenciada hasta ahora no se ha plasmado en los nombramientos para el Consell realizada por Pérez Llorca. El nuevo presidente de la Generalitat apostó por cuidar el equilibrio orgánico en el diseño de su gobierno y para ello pidió nombres también a Mompó, si bien esto no se ha traducido hasta ahora en la designación de puestos.

En este sentido, fuentes populares señalan que una de las principales propuestas del líder provincial fue la incorporación como conseller del diputado nacional Carlos Gil, dirigente próximo a Mompó, si bien finalmente no tuvo cabida. En contraste, la alcaldesa de València, María José Catalá, con quien nunca ha mantenido una gran sintonía, sí ha encontrado recompensa en el diseño del nuevo gobierno, con la incorporación de Carmen Martí como consellera de Educación, o de otros altos cargos como la secretaria autonómica Marta Alonso.

Una decisión de Pérez Llorca, antes alejado de Catalá, que ha causado cierto malestar entre Mompó y los suyos, que esperan una compensación en forma de la secretaría general del PPCV. Una posibilidad que ven refrendada por la procedencia alicantina del nuevo líder, algo que contribuye a que el número dos del partido sea de Valencia.

No obstante, la decisión no es sencilla. El citado cargo otorga un poder organizativo interno más que relevante, por lo que es un puesto siempre destinado a una persona de la máxima confianza del líder que cuesta ceder a un dirigente de otra órbita, aunque la relación entre Pérez Llorca y Mompó haya sido buena. Por otro lado, el presidente de la Generalitat ha conseguido sellar ahora la paz con Catalá: quizá la designación en ese cargo a un afín a Mompó podría alterar la nueva relación que quiere apuntalar Pérez Llorca con la alcaldesa.

Una decisión que, además, el líder podría justificar con el equilibrio territorial, dado que actualmente figura como coordinador del PPCV Juan Carlos Caballero, concejal de València y afín a Català, por lo que tal vez podría apoyarse en un dirigente alicantino o castellonense como número dos.

Mompó asegura que no tiene "ningún problema" con Pérez Llorca

El malestar del presidente de la Diputación con los nombramientos de Pérez Llorca ha trascendido en diversos medios de comunicación, si bien el dirigente provincial quitaba hierro al asunto preguntado por los medios este jueves sobre esta cuestión, al subrayar que no tenía "ningún problema" con el presidente de la Generalitat: "Nos conocemos plenamente".

"Lo mío es trabajar, lo mío es continuar en el día a día y, por supuesto, con Juanfran Pérez Llorca, igual que él habla conmigo siempre que lo necesita, que prácticamente es a diario, yo también. Sin ir más lejos, antes de entrar aquí estábamos 'whatsappeando' y hablando cositas, o sea que en la relación no hay ningún problema", ha agregado.